La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- La producción de camarón en granja de Baja California Sur se desplomó en un 25 por ciento en el año 2019 con una cosecha de 1 mil 855 toneladas, contra las 2 mil 484 de la zafra enero-diciembre 2018.
Esto, debido a que el año pasado dejaron de operar 8 de las 13 unidades establecidas en el estado, presumiblemente a causa de problemas financieros, originados por el alza en los insumos y el costo del combustible, específicamente del diesel que se utiliza en los motores de combustión interna con los que se bombea el agua de mar hacia los estanques.
Aunado a lo anterior, las 5 granjas que trabajaron en el 2019 arrancaron en el mes de junio con casi 4 meses de retraso por cuestiones de bioseguridad, aunque ni la disminución en la superficie, ni el retraso en las operaciones, ni el volumen de la cosecha tuvo nada que ver con cuestiones de sanidad, según dio a conocer el presidente del Comité de Sanidad Acuícola Jorge Alberto Peón.
Por el contrario, la zafra del 2019 fue mejor si se atiende el criterio de que solo trabajaron 5 de las 13 unidades de producción; en promedio se obtienen entre 5 y 6.5 toneladas de camarón blanco por hectárea, que en un 40 por ciento se destina al consumo local y nacional, y el 60 por ciento a exportación; En el año 2018 se cultivaron casi mil hectáreas; en 2019 no se llegó a 500, y para este 2020 se espera que opere esta misma superficie.
Un factor adicional que habría contribuido al desplome de esta actividad acuícola está relacionado con una drástica baja en la producción de semilla de camarón, actividad en la que el estado fue durante años líder nacional; a la fecha solo quedan dos laboratorios, aunque en los hechos solo uno opera con regularidad.
Esto, sin dejar de mencionar que en el año 2019 el precio de los alimentos para este crustáceo se disparó; Todo esto hizo que los productores redujeran sus superficies pero buscaran aumentar sus cosechas, según señaló Jorge Alberto Peón.
En entrevista por separado el gerente del Comité de Sanidad Acuícola Guadalupe Leyva informó detalló que por normatividad oficial, los estados del noroeste del país deben de establecer un vacío sanitario desde diciembre hasta febrero, tiempo en el que no debe de haber organismos en los estanques, y solo se puede hacer labores de mantenimiento, una medida que se tomó para prevenir la enfermedad de la macha blanca que a nivel nacional causó grandes pérdidas.