La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- A dos semanas de que concluya la temporada de captura de camarón en la costa del Pacífico sudcaliforniano, los pescadores de la zona de Bahía Magdalena registran una zafra de regular a buena, debido a la abundancia del producto durante las primeras semanas, aunque en los últimos días el producto se ha escaseado; tanto que algunos cooperativistas han dejado de salir a marea debido a que resulta incosteable.
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El líder pesquero de Puerto Adolfo López Mateos Jesús Camacho, informó que el precio en playa durante temporada llegó hasta los 100 pesos el kilo en tallas menores y hasta 220 en grandes, un precio bajo pero aceptable porque permitió a los pescadores resarcir un poco la pérdida de muchos meses de inactividad luego de que la pandemia de Covid-19 desplomara el consumo y el valor de pescados y mariscos.
Aunque algunos pescadores con permiso del crustáceo han varado sus pangas, otros siguen saliendo en busca de camarón café en esteros y bahías, aunque con salidas que resultan en capturas muy limitadas de unos 60 kilos por embarcación. La temporada inició en septiembre y concluye el 15 de marzo.
Los que cuentan con permisos para langosta están aprovechando que este año el precio alcanza mejores cotizaciones, y contra los 319 pesos por kilo que se pagó en la temporada anterior que fue la peor de todas las temporadas, en esta ocasión lo pagan hasta en 600; la zafra en esta región termina el 16 de mayo.
A la par de la zafra de camarón, en San Carlos más de 600 pescadores registran una muy buena temporada en la captura de almeja chocalata y diversas escamas, una vez que los mercados nacionales y de exportación prácticamente se han regularizado; hay compradores para especies como pierna,verdillo, estacuda y jurel.
La máxima producción de camarón se ha ubicado hasta en 2 mil 400 toneladas por año y la más baja de mil, siendo la pesca furtiva el principal problema de esta pesquería ya que abarata el mercado, causando el desplome de hasta un 30 por ciento en los precios, además de la afectación al recurso ya que se extrae fuera de temporada cuando el crustáceo está en fase de desove.