La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- - En los 31 años que tiene desarrollándose el avistamiento de ballena gris en Laguna San Ignacio, nunca se habían visto orcas al interior de ese cuerpo de agua; las más cercanas habían sido detectadas por los pescadores varias millas afuera de la boca de ese complejo lagunar.
Sin embargo, en un evento sin precedente, el pasado 23 de enero fue registrado en el interior de la Laguna un grupo de orcas cazando a un delfín, luego de que antes habían atacado a un ballenato, según se deduce por un trozo de piel de cetáceo encontrado en las cercanías del sitio.
El evento fue publicado en las redes sociales por el investigador de la UABCS Sergio Martínez y por Adrián Zamora, con fotografías tomadas en el momento mismo del ataque.
El maestro de la UABCS y uno de los más reconocidos investigadores sobre ballenas a nivel mundial Jorge Urbán, quien lleva 27 años consecutivos dando seguimiento a las poblaciones de ballena gris en Laguna San Ignacio, coincidió en que se trata de un fenómeno atípico, aunque aclaró que no es nada raro que las orcas ataquen crías de ballenas, ballenatos y delfines en las afueras de la Laguna, y es muy común que suceda a todo lo largo de la costa de California cuando los cetáceos van de regreso al polo Norte.
Explicó que las lagunas costeras de la península de Baja California son zonas de protección para las crías, especialmente para evitar ataques de las orcas; esto, debido a que aun y cuando estos animales también pueden nadar en estos cuerpos de agua, es más sencillo y con mayor probabilidad de éxito cazar en mar abierto en donde pueden atacar de lado y sobre todo por abajo, mientras que en las lagunas las profundidades son muy bajas y eso le da oportunidad al ballenato de protegerse con la madre, además de que su comunicación es acústica y el sonido se pierde en el fondo arenoso de las lagunas.
Es decir, no es un ambiente propicio para la caza, como sí lo es en las afueras de las lagunas en donde también hay una presencia importante de ballenas y ballenatos entrando y saliendo; Por eso, dijo, lo que o llama la atención en este evento es que hayan entrado y tuvieran éxito.
Jorge Urbán destacó que no hay antecedente de un ataque similar en contra de ballenas o delfines ni en Ojo de Liebre ni en Bahía Magdalena y tampoco de ataques a personas en ninguna parte del mundo, por lo que consideró que no hay riesgo para los turistas que acuden a los avistamientos.
Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano
Aclaró que este grupo de 6 orcas en la Laguna San Ignacio solo se vieron el día del ataque y no había ningún macho adulto, solo hembras y machos juveniles, de entre 3.5 y 5.5 metros.
Los machos adultos pueden llegar a medir hasta 8.5 metros, son más robustos y tienen una aleta dorsal más alta que la de las hembras, que miden aproximadamente unos 5.5 metros.
Con todo y que para fines de investigaciones este ataque de orcas sienta un precedente muy interesante, no afecta el hábitat ni la permanencia de las ballenas en ese complejo lagunar: Un evento no tiene ninguna importancia a este nivel, pero si esto significa que cada vez sean más frecuentes, entonces sí estaríamos hablando de un efecto más relevante; vamos a esperar a ver qué pasa, concluyó.