La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Concesionarios de transporte público de La Paz preparan un estudio para presentarlo al ayuntamiento, en donde demuestran que el aumento de combustibles, lubricantes e insumos para ese servicio requiere de una actualización en el precio del pasaje que actualmente cuesta 10 pesos para el público en general y 5 para estudiantes.
Según la fuente de El Sudcaliforniano, el impacto de los factores antes citados está descapitalizando a los propietarios de las unidades, de tal modo que aunque obtienen lo mínimo necesario para solventar los gastos más elementales de sus familias, ha dejado de ser rentable y por tanto es casi imposible no solo hacer mejoras en las unidades sino mantenerlas en buen estado.
Y es que según la fuente, el precio del pasaje no se ha modificado desde el año 2015 cuando la gasolina costaba menos de 15 pesos el litro, contra los más de 20 que en promedio de la actualidad.
Eso, sin dejar de mencionar el impacto de la inflación que de más de 7 por ciento según cifras oficiales, aunque la subyacente en este estado es de más del 10.
Aunque por el momento no hay una propuesta en cuanto al monto del incremento, la referencia es el municipio de Los Cabos en donde el pasaje cuesta 13 pesos, una cifra que en caso de aprobarse aún sería insuficiente para equilibrar el impacto del aumento en los combustibles.
A todo lo anterior, habría que sumar el impacto de dos años de pandemia de Covid-19, en donde además de limitarse los aforos, disminuyó de manera dramática la movilidad debido a la Jornada Nacional de Sana Distancia y a la recomendación de la Secretaría de Salud para que las familias se quedaran en casa a fin de evitar contagios.
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Hubo también una sensible baja en el pasaje debido a que más de 150 mil alumnos de todos los niveles dejaron de usar el transporte público debido a la cancelación de las clases presenciales.
En la ciudad de La Paz operan 285 peseras y 31 unidades de transporte urbano en 69 rutas, y durante la pandemia trabajaron al 40 por ciento de su capacidad debido a la baja en la movilidad; entre los más afectados, destacan Loreto y Santa Rosalía en donde el trasporte público se tuvo que suspender por falta de clientes, mientras que en La Paz y Los Cabos, las unidades operaron con entre un 30 y un 50% de su capacidad en los meses más críticos de la pandemia.