La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Prestadores de servicios turísticos de La Paz dan por perdida la temporada de verano, y estiman que en el mejor de los escenarios la actividad turística se estarían comenzando a reactivar para finales de año, y con una serie de complicaciones derivadas de las nuevas condiciones que el mercado estará exigiendo para garantizar la seguridad sanitaria.
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Por ejemplo, quienes se dedican al buceo con lobos marinos o con tiburón ballena y usan tanques de oxígeno, deberán de certificar que sus equipos estén libres de Covid-19 y reducir el número de pasajeros por cada embarcación para garantizar una sana distancia entre los viajeros, una situación que estaría poniendo la rentabilidad al límite, incluso con el riesgo de pérdidas, según prestadores de servicios consultados por este medio.
El presidente de la Asociación de Empresas Hoteleras y Turísticas de La Paz Agustín Olachea informó hace apenas unos días que el tema de la sanidad será determinante para una correcta reactivación del sector, y aunque estimó que para junio podrían reabrirse algunos hoteles con niveles de ocupación del 15 por ciento, se deberán de tomar una serie de medidas sanitarias e incluso rediseñar una parte de la infraestructura.
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Con todo y que el escenario no es nada halagüeño,La Paz estaría en ventaja en comparación con otros destinos turísticos del país, ya que su perfil está más enfocado hacia un turismo de naturaleza, de alto poder adquisitivo nacional y extranjero, y con hoteles entre medianos y pequeños en donde no hay grandes aglomeraciones.
Fuentes del Sudcaliforniano señalaron que los tres factores que podrían definir el rumbo de la reactivación económica una vez superada la emergencia sanitaria del Covid-19 será la conectividad aérea, las marinas y el mercado interno; en el primer caso, con una gran desventaja debido a que no hay vuelos internacionales y se espera que al menos durante dos años los pasajeros aun tengan temor de viajar en avión por el riesgo de un contagio; en contraparte, las marinas serían de gran ayuda ya que al menos 140 yates de los más lujosos del mundo llegan cada año para pasar una larga temporada en La Paz y en los últimos años este sitio se ha puesto de moda entre la comunidad marítima de muy alto poder adquisitivo; finalmente y con respecto al mercado interno, siendo La Paz capital del estado tendría a su favor que el gran flujo de turismo de negocios que se registra en la ciudad, garantice niveles mínimos de ocupación hotelera, pero que sean suficientes para solventar los gastos más elementales.
