La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Hace unos días se tuvo el hallazgo de restos óseos en el marco de una construcción en un predio particular en El Conchalito, al respecto el antropólogo físico, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Baja California Sur, Alfonso Rosales, confirmó que se trata de restos arqueológicos pertenecientes al menos a un individuo que vivió en la época del contacto después del año de 1721.
“Acudimos al lugar donde estaba enterrado para corroborar y hacer el levantamiento que corresponde y por la forma en que estaba enterrado pertenecía a la época del contacto, seguramente cuando los misioneros estaban aquí en La Paz, estamos hablando después de 1721”.
Este no es único hallazgo de restos de antepasados que se han dado en esta zona, por lo que señaló que la persona que realiza trabajos de construcción solicitó un permiso al INAH para poder construir en ese lugar dado que es parte de un sitio arqueológico. Existe una legislación para aplicar en estos casos y el responsable de aplicarlas es el INAH para que alguien pueda construir en donde hubo restos de nuestros antepasados, se realizó una evaluación previa a la construcción para una investigación arqueológica.
“Realizaron toda la investigación durante más de mes y medio, estuvieron trabajando, sacando y recolectando todo y dieron por terminado el trabajo de investigación, sin embargo, no quiere decir que se haya sacado todo, muchas veces quedan restos, se tiene un proceso de supervisión porque se aprobó la construcción, pero los mismos arqueólogos supervisan la obra de la constructora, y si se llegan a encontrar restos arqueológico, se para en ese momento la obra para rescatar los elementos”.
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De manera preliminar, antropólogos señalan que se encuentra un esqueleto de la época misional, debido a que, en la época prehispánica antes de la llegada de los hispanos, la forma de inhumación extendida no existía, esta forma llega junto con los misioneros por las costumbres católicas.
El antropólogo puntualizó que, por la forma del cráneo, ha llegado a la sugerencia de hipótesis que no solamente se trataba de un esqueleto de la época misional, sino que podría tratarse de un indio no californio, de un nativo de Sonora y Sinaloa que fueron traídos por los misioneros y que si tenía la costumbre de enterrar a sus muertos boca abajo y extendidos.