Los Cabos, Baja California Sur (OEM-Informex).- Menores de edad se divierten jugando a distintas cosas sobre la cinta asfáltica de la carretera del libramiento, sin pensar que están expuestos a ser atropellados por los cientos de unidades que circulan por la vía de comunicación.
Se puede ver a estos pequeños quienes de forma inocente se divierten más allá de ponerse a pensar que pueden sufrir un incidente que les puede costar incluso hasta la vida, como ya ha ocurrido en otras ocasiones en carreteras de Los Cabos.
Los conductores al verlos disminuyen la velocidad de sus vehículos y pueden sacarles la vuelta, sin embargo puede ocurrir que un chofer no alcance a verlos con tiempo y ocurra un hecho lamentable.
Los menores proviene de los asentamientos irregulares que se encuentran aledaños a la carretera de cuota Cabo San Lucas – San José del Cabo, la cual muestra una gran dinámica vial las 24 horas del día, por ser más rápida para comunicar las ciudades, así como para llegar al Aeropuerto Internacional de Los Cabos con mayor rapidez, sin tener que irse por la ciudad y detenerse en los semáforos que están distribuidos en los cruceros principales de la zona.
Probablemente aprovechando la ausencia de los padres, los niños y niñas salen a disfrutar ya sea a bordo de la bicicleta, en patines, patineta o para jugar a la roña, atrapadas, escondidas entre otros diversiones más que pueden practicar o inventar sin percatarse que están en una zona de riesgo para ellos.
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Las autoridades de las distintas fuerzas de seguridad que realizan sus rondines o pasan por la vialidad los invitan a retirarse, pero al vivir aledaños a la carretera, se van rápido para no ser reprendidos, pero luego que ya no ven a los uniformados vuelven a exponerse de nuevo, siendo una tarea que los padres de familia deben de poner especial atención para que no sufran algún incidente que pueda empañar su sano y feliz crecimiento.
Sin medir el peligro menores de edad juegan carreras en bicicletas exponiéndose a ser atropellados en la carretera del libramiento CSL-SJC. Foto | Verónica González