Los Cabos, Baja California Sur (OEM-Informex).- Ignacio Lavandeira, presidente de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo (Canaco Servytur) Los Cabos, comentó que no cuentan con un número de negocios que han nacido a raíz de la pandemia por Covid-19, pero sí representa un competencia desleal ya que no pagan impuestos como los que ya están establecidos y están luchando por sobrevivir ante la baja notoria en sus ventas.
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Explicó que los socios de la Canaco han sido duramente golpeados en su economía ante el cierre de sus negocios, posteriormente por las bajas ventas que esto representó, ya que el consumidor no tenía un trabajo para obtener ingresos y gastar como lo hace normalmente.
Externó que los abarroteros siguieron vendiendo fueron de los negocios esenciales que no cerraron, pero no vendieron igual, por lo que se vieron en la necesidad de contar con solo el personal indispensable y que trabajara por horarios y días para que no dejaran de percibir aunque sea un menor salario, pero dependiendo del giro, en un cálculo efectuado por Canaco, después de un sondeo que realizado, en el Centro de Cabo San Lucas, se corroboró que uno de cada tres negocios no pudo volver a abrir porque allí es muy cara la renta y el cobro de la energía eléctrica, por lo que tuvieron que cerrar.
En las colonias, los negocios permanecieron abiertos, sobre todo los abarroteros, que tiene su negocio en su propio predio por lo que no pagan rentas elevadas, pero si decir que nacieron muchos negocios pequeños que representaron una competencia desleal, ya que no tenían ningún permiso, por lo que la ganancia fue total para ellos.
Admitióque sí se han incrementado notablemente esas prácticas, sobre todo también se ve en los cruceros donde se cuenta con semáforos hay mucha gente ofreciendo diversos artículos flores, agua, jugos, sodas, otros haciendo algún entretenimiento o pidiendo limosna, personas mayores y niños.
Así mismo dijo al concluir que en las colonias, si se da todo tipo de venta ambulante con parlantes y no cumplen ninguna normativa, “sin embargo un asunto que preocupa son los que venden comida sin ningún filtro sanitario, “entendemos que en la necesidad hay familias que tienen que buscarse un sustento, pero es muy riesgoso que no se pueda controlar esas actividades”.
Recordó que existe una línea muy delgada entre el derecho a tener un ingreso y cumplir con las reglas. Nuestras sociedades están diseñadas de forma tal que se pagan impuestos para luego la administración pública pueda regresarnos servicios y construir infraestructuras para la ciudadanía. “No se entiende a veces que se le complique la vida a aquellos que generan riqueza y empleos, por otro lado se incentive o no se hagan programas para que la informalidad también tenga que cumplir con el sistema social”.
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