La Paz, Baja California Sur.- En la actualidad, a pesar de que cada vez avanzamos más en cuanto a inclusión y tolerancia, hay algunas mujeres madres de familia que comentan que entre los principales obstáculos que presentan a la hora de lactar es la discriminación al destinar espacios para alimentar a sus bebés, o la no aprobación de las personas cuando lo hacen en la vía pública.
Este es uno de los problemas, mientras que otro reside en que debido a la incorporación total de la mujer al mundo laboral, esta posee menos tiempo para invertir en su maternidad y en los cuidados del bebé, ya que al poco tiempo de dar a luz debe incorporarse a sus labores, supliendo la lactancia materna con fórmula.
MITOS DE LA LACTANCIA
Sin embargo, un tercer obstáculo que se presenta es la mitificación de la lactancia, ya que debido a la desinformación acerca de este tema, ha propiciado que se generen creencias como la idea generalizada de que amamantar después de una determinada edad es malo, lo cual es erróneo, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la lactancia debe de ser exclusiva durante los primeros 6 meses del bebé, sin embargo, posteriormente el bebé debe recibir alimentos complementarios, pero sin abandonar la lactancia materna hasta los 2 años o más, mientras que Carla Jonguitud, quien es educadora perinatal y directora de Riqui Ran, menciona que pueden seguir lactando hasta los 5 años o por el tiempo que la madre decida, “el tiempo que tú quieras lactar a tu bebé es algo muy personal” .
Otro de los grandes mitos, es que algunas mujeres no son buenas para amamantar o no pueden, debido a que sus antepasados tampoco podían, o que la cantidad de leche que produce, depende del tamaño de los senos, lo cual también es erróneo, pues Carla Jonguitud señala que el 98% de las mujeres pueden lactar, y sólo un 2% no puede, por situaciones muy particulares, como ser VIH positivo o por una reducción de mamas.
ETAPAS DE LA LACTANCIA
Una de las grande ventajas que ofrece la lactancia materna al bebé es que aporta muchas inmunoglobulinas, las cuales, “son como millones de vacunas que protegen al bebé, si tu de verdad quieres tener a tu bebé en una burbuja, la leche materna es una forma increíble y gratuita de tenerlo así”. Estas inmunoglobulinas no han podido hacerse polvo, y son insustituibles, lo cual pone en gran desventaja a las fórmulas para bebés.
Debido a que la lactancia es una etapa natural, la madre empieza a producir la leche y el bebé en cuanto sale del útero, ya tiene el instinto de succión para sobrevivir, lo cual considera Carla Jonguitud, es un regalo de la naturaleza, y a través de lactar, el bebé termina de formar su mandíbula y oídos, acomoda sus dientes, lo cual sólo se logra de la manera correcta a través de lactar, mientras que con el biberón y con los chupones, únicamente se sacia el instinto de succión.
Las etapas de la lactancia, empiezan con la generación del calostro, es cual “es oro líquido, porque es justo lo que el bebé necesita en sus primeros días de nacido, para empezar con sus movimientos peristálticos y para saciar su sed y hambre”, además que le da todas las defensas necesarias para que el bebé pueda protegerse de un nuevo ambiente lleno de bacterias. Posteriormente viene la leche transicional, que dura un par de días, y finalmente en el día 10, empieza la leche madura, la cual es fluida, de una textura uniforme y que puede permanecer así hasta más de 5 años si se lacta.
LACTANCIA EXITOSA
Para poder desarrollar una lactancia exitosa, Carla Jonguitud recomienda a las mamás pedir el contacto piel a piel con el bebé inmediatamente después del parto o cesárea; no darle fórmula al bebé en los primeros seis meses y evitar el uso de biberones y chupones; permitir una libre demanda de leche al bebé, ya que este a veces puede no quedar satisfecho, o puede no terminar de sustraer la dosis completa de agua, nutriente y grasa que compone la leche; vaciar correctamente los senos para evitar acumulación; cambiar e intentar nuevas posiciones con el bebé para amamantar; no utilizar bras muy apretados para no obstruir conductos; ventilar los pechos para evitar humedad y generación de hongos, o bien no usar bra; y acudir siempre con un consultor de lactancia ante cualquier duda o problema.
