La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Muchas personas al iniciar el año tienen como propósitos principales obtener una vida más espiritual que les ayude a mantener una vida más sana, con un sentido con mayor profundidad, el sentido de la vida a través de alguna religión, otra forma de vida, u otra mentalidad como en cuestiones de la metafísica que atraigan a tu vida abundancia, prosperidad, felicidad, amor, dinero, mejor trabajo, mayores ingresos, y cosas positivas.
Etimológicamente la palabra espiritualidad es para referirse a una actitud ante la vida o una forma de vivir, existe una idea de que las personas espirituales tienen que estar pensando en algún Dios, o ser devotas, no poseer casi nada, o vivir de una manera sin tantas cosas materiales, sin embargo el hecho de ser personas espirituales tiene que ver más con una idea de confiar en ti, de pensar que todo se puede, de utilizar algunas técnicas para tu propia felicidad, algo motivacional, etc, aunque la idea de tener un Dios, y que este te de paz espiritual o cierto confort en tu vida puede ser válida.
La espiritualidad como tal es una cualidad de las personas o de las cosas espirituales, no las podemos ver, pero las podemos sentir. Es un conjunto de los principios o actitudes que conforman la vida espiritual de una persona o un colectivo. Este término depende de la doctrina o ideología, así como del contexto en la cual es llevada. En un sentido amplio significa la condición espiritual, esta condición o naturaleza espiritual, vinculada a una identidad corpórea.
En estos tiempos de evolución tecnológica, la era digital, donde las redes sociales son las que determinan tu vida en algunos casos, podemos rescatar que para algunas personas la espiritualidad les ha dado en su vida cosas positivas. Si analizamos los problemas como temporales, y que en las peores situaciones podemos obtener algo bueno, los problemas diarios dejan de tomar tanta importancia, ello me recuerda a una frase: “Solo existen dos tipos de problemas, los que podemos solucionar y los que no está en nuestras manos solucionarlos.” Con ello podemos aludir que los problemas que podemos tener el control y darles una solución, debemos de resolverlos; pero los que no están en nuestras manos, simplemente no tenemos que perder nuestro tiempo en resolverlos, porque no están en nuestras manos.
Es por ello que tenemos que mirar el futuro con gran optimismo, pensando que todo es posible, solo si así lo decretamos, obviamente también tenemos que hacer algo al respecto. Las cosas materiales van y vienen, en realidad no son tan importantes, si nos vamos a la parte espiritual, a lo verdaderamente importante, podemos determinar, profundizar o tener conciencia de que lo más importante es la vida misma, la belleza de la vida, tener salud, estar bien con nosotros mismos, con las personas con las que trabajamos cada día, con nuestro entorno, nuestro medio en el que vivimos.
Si miramos el futuro con optimismo, en vez de preocuparnos por lo que puede pasar, o al revés esperando que todo se resuelva por arte de magia, o las circunstancias sean perfectas, más que esperar que todo sea perfecto, tenemos que esforzarnos por alcanzar nuestras metas, nuestros objetivos, todo aquello que deseamos alcanzar, todo aquello que nos de felicidad y nos haga compartirla verdaderamente con los seres que mas amamos, como nuestros hijos, nietos, hermanos, amigos, familia, etc.
Los imprevistos siempre van de la mano con todo nuestro universo, con lo que nos rodea, con nuestro mundo, sin embargo estos retos diarios tenemos que afrontarlos con una actitud positiva para que de alguna manera se solucionen. La vida misma es como una semilla que tenemos que regar diariamente, le tiene que dar el sol, y va creciendo poco a poco.