La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Prestadores de servicios turísticos que se dedican a la pesca deportiva denunciaron la presencia de un barco escamero trabajando a menos de 100 metros de la orilla en un sitio con profundidades de menos de 50 pies en las afueras de la Bahía Concepción en el municipio de Mulegé, en un sitio muy apartado en donde es difícil registrar la presencia de estas embarcaciones, que generalmente llegan cada año luego de que inicia la veda de camarón, y vienen procedentes de Sonora y Sinaloa a donde se llevan la totalidad del producto sin generar ningún beneficio al estado.
Fuentes de El Sudcaliforniano cuya identidad pidieron se resguardara por temor a represalias, denunciaron que estos escameros utilizan una red de menos de un centímetro cuadrado, un arte de pesca de arrastre que lo mismo se lleva camarones que tiburones pequeños y mantarrayas que actualmente están en veda.
Aunque solo se registró la presencia de un barco, los denunciantes señalaron que cada temporada llegan dos embarcaciones escameras de este tipo y que se llevan tal cantidad de especies que el producto se agota en los sitios donde trabajan, de la manera que los de pesca deportiva o los ribereños deben de salir más lejos, navegando hasta más de 45 millas para lograr una buena captura.
Estos barcos escameros se llevan con sus redes cochitos, pargos, mojarras, mantarrayas, jaibas y todo lo que encuentran a su paso, y trolean en sitios muy cercanos a la costa en donde hay abundancia de especies, aunque se supone que cuentan con los permisos de la CONAPESCA, la ausencia de inspectores en sitos tan aislados como este, generan dudas sobre el cumplimiento de las normas a los que estos barcos están obligados.
No es la primera ocasión que hay denuncias sobre la incursión de barcos en esta región del sur del municipio de Mulegé en litorales del Golfo de California; la más reciente fue el pasado mes de febrero, cuando se detectó la presencia de 10 sardineros entre Santa Rosalía y la Heroica Mulegé, utilizando redes que tocan el fondo marino y se llevan a su paso todo tipo de especies incluyendo alevines, algunos barcos con capacidad en sus bodegas de hasta 100 toneladas por viaje.
En junio del 2020, uno de estos barcos tiró al mar varias toneladas de sardina que se esparcieron por más de 7 kilómetros de la playa en donde se descompusieron, provocando una contaminación ambiental tanto en el mar como en la zona costera.
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La presencia de estas grandes embarcaciones ha sido desde hace años motivo de inconformidades, ya que operan en la misma zona donde trabajan cientos de pescadores del corredor Loreto-Mulegé.