La Paz, Baja California Sur.- Representantes de 15 países del continente americano se reúnen durante dos días en la ciudad de La Paz en la Conferencia Regional sobre Trata de Personas en la Industria Pesquera.
El evento es presidido por el oficial mayor de Información Pública de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Felipe de la Torre, y por el director general de Estrategias para la Atención de Derechos Humanos de la Segob, Félix Santana Ángeles, y con la representación del gobierno del estado, el secretario de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario (Sepada), Andrés Córdova Urrutia.
LA TRATA EN CIFRAS
En entrevista, Felipe de la Torre informó que, de acuerdo al informe del año 2016, a nivel mundial se registraron 24 mil víctimas de este delito, aunque admitió que hay otra cifra de casos que no se detectan ni denuncian; lo más grave en materia de trata de personas en la industria pesquera se presenta en el sureste asiático, en donde el volumen de pesca es muy grande, puntualizó.
Explicó que en el caso de México su ubicación geográfica lo coloca como un país de origen y destino, y citó como ejemplo el alto flujo migratorio que se presenta en el sur con ciudadanos centroamericanos que buscan cruzar hacia Estados Unidos, y cuyas condiciones de pobreza los hacen más vulnerables para ser presa fácil de tratantes de personas, y no solo en explotación laboral sino también sexual.
Por su parte, el enviado de la Segob a este evento, Félix Santana, señaló que aun cuando en México no hay registro de tratantes de personas en la industria pesquera, esto no quiere decir que no exista; lo que necesitamos, dijo, es contar con los diagnósticos adecuados para detectarlos; se trata de nuevos desafíos, expresó.
El funcionario federal hizo hincapié en que en este propósito se requiere la unidad de todas las instancias de gobierno, una vez que se trata de un fenómeno sumamente complejo, de personas que son enganchadas en puertos y trasladadas a aguas internacionales en donde son obligadas a trabajar.
Estos es solo parte de una nueva forma de esclavitud que además del laboral se presenta en otras expresiones, por ejemplo cuando los jóvenes son orillados a trabajar como halcones, como sicarios o incluso inducidos a la mendicidad.