La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Miles de dolientes acudieron a los panteones de todo el estado con motivo del Día de Muertos, en una jornada que transcurrió sin incidentes mayores, con solo una persona que tuvo que ser atendida por los paramédicos luego de sufrir una descompensación y uno más, quien perdió el equilibrio al caminar sobre las tumbas y cayó resultando con lesiones menores que no requirieron hospitalización.
En el Camposanto de Ciudad Constitución un enjambre de abejas tuvo que ser removido, a fin de evitar picaduras a los visitantes.
ESTACIONAMIENTOS SATURADOS
En La Paz, la hora de mayor afluencia fue de las 10 de la mañana a 2 de la tarde y de 5 a 6; el estacionamiento del panteón Jardines del Recuerdo tuvo que ser cerrado por algunas horas, debido a que se ocupó al 100 por ciento de su capacidad.
El Subsecretario de Protección Civil Benjamín García informó que en el resto del estado el flujo de dolientes a los camposantos fue copioso, y aunque al cierre de esta edición aún no se había calculado el número de ingresos, estimaciones preliminares apuntan a que fue uno de los Días de Muertos con mayor afluencia, debido a las restricciones que impuso la pandemia de Covid-19 en los dos años anteriores.
Con todo y eso, el funcionario explicó que hubo entre la población una gran responsabilidad, respetando las medidas sanitarias como el uso de gel y de cubrebocas, evitar las aglomeraciones, y respeto a la señalética de entradas y salidas.
MISAS AL AIRE LIBRE
Durante las misas, ofrecidas al aire libre, también se cuidó la sana distancia, solo con cercanía entre los grupos familiares.
En panteones de comunidades de menor población como Santa Rosalía, Loreto y Comondú tampoco hubo incidentes, y aunque cuantiosa, la presencia de dolientes nunca llegó a provocar aglomeraciones; en algunas poblaciones rurales del municipio de Mulegé, las familias llevaron a los adultos mayores al camposanto el Día 1, a fin de evitar contactos como abrazos y saludos entre los familiares que tradicionalmente se reúnen en los panteones durante el Día 2 de Noviembre, lo que pudieran provocar contagios de Covid-19.
Con todo y eso, personal de los panteones y de Protección Civil de los municipios, permanecieron atentos para garantizar el cumplimiento de los protocolos de salud, especialmente del uso de cubre bocas.
HALLOWEEN, AGLOMERACIONES
En contraparte, Benjamín García lamentó que en las festividades de Halloween realizadas en el Parque Cuauhtémoc de La Paz y en el malecón de Cabo San Lucas se hayan registrado tumultos; aclaró que en ambos municipios se permitió un aforo del 80 por ciento como marca el semáforo epidemiológico, aunque aceptó que en espacios abiertos y eventos como estos, resulta difícil medir la cantidad de gente que representa el porcentaje permitido.
En La Paz, destacó la presencia de una gran cantidad menores de edad que acudieron al festival de Día de Muertos con disfraces alusivos a la fiesta anglosajona; con todo y lo anterior, informó que personal de Protección Civil verificó el uso del cubre bocas y a las personas que no lo portaban se les ofrecía uno.
Como parte de este operativo, dos locales de venta de comida ubicados en el Parque Cuauhtémoc fueron clausurados debido a que sus instalaciones de gas no cumplían con las normas de seguridad.
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SE AGOTAN LAS FOSAS
Personal de los panteones informó a El Sudcaliforniano que las muertes de la pandemia de Covid-19 aumentaron la demanda de lápidas a tal grado que en el caso del Jardines del Recuerdo solo hay disponibles alrededor de 180 fosas, 30 en Los San Juanes y 400 en Perlas del Paraíso, este último de reciente creación.
A diferencia de Camposantos de otras entidades en donde los restos de los fallecidos solo duran determinado número de años en las tumbas y se cobra a los familiares una cuota por mantenimiento, en los de Baja California Sur son a perpetuidad, una condición que según algunos entrevistados por este medio debería ser revisada, debido a que hay una gran cantidad de tumbas que tienen décadas abandonadas.
Como todos los años, los vendedores de flores y de coronas se apostaron en las cercanías, en las jardineras y las banquetas para ofrecer sus productos, y en este año, funerarias también instalaron módulos para vender sus servicios.
Por primera vez en un Día de Muertos, policías a bordo de motocicletas ingresaron a los panteones para ofrecer seguridad a los dolientes y verificar el cumplimento de las medidas sanitarias.
