La cantata de Carl Orff, Carmina Burana, llegará nuevamente al Auditorio Nacional la noche de este miércoles y jueves. Será la decima ocasión en que esta muestra escénica se presente en México, pero será la primera, y quizá la única ocasión en que se realice con una producción monumental, donde 250 artistas mostrarán su talento arriba del escenario durante más de 90 minutos.
Han sido más de cinco meses de preparación, pues de acuerdo con Jessica Carranza, coordinadora del evento, este montaje significó grandes retos, aunque el más grande de ellos fue el coordinar las agendas del talento, pues son 250 artistas en escena con tiempos, estilos y formas de trabajo muy distintas.
“Hay mucho trabajo atrás, pero lo interesante de esta producción era justamente cambiar a los artistas para que el público que sigue esta puesta desde hace tiempo vea algo diferente. Coordinar a todo el talento fue lo más complicado e interesante. Ya cuando lo ves en escena es impactante”, comparte la coordinadora de este proyecto.
TALENTO INTERNACIONAL
Para Jessica Carranza, disfrutar esta cantata escénica durante las dos presentaciones que tendrán es una experiencia única, pues en un solo escenario se reunirán talentos como la compañía de Danza Contemporánea de Cuba, el Primer Bailarín del American Ballet Theatre y el talento nacional de Víctor Hernández, tenor; Anabel de la Mora, soprano; Enrique Ángeles, barítono y Susana Zabaleta, que estarán bajo la batuta del director de la Orquesta Sinfónica Nacional, Carlos Miguel Prieto.
SENTIDO SOCIAL
La producción monumental de Carmina Burana tendrá como objetivo ayudar a la sociedad mexicana desde dos puntos: uno a través de acercar a los jóvenes a la cultura y otro donando parte de la taquilla que recauden a personas afectadas por los sismos de septiembre en Oaxaca y la CdMx.
“Queremos promover que haya más espectáculos de este tipo en México; acercar al público al tema de la música clásica pero de manera distinta”, comentó Jessica Carranza, quien señaló a Carmina Burana como una oportunidad para que los niños pierdan el temor a este tipo de eventos. “Creen que la ópera es aburrida, que es sólo para adultos. Pero cuando ves talentos tan jóvenes como bailarines, sopranos, solistas, los niños quieren venir”, explicó.
MÁS ALLÁ DE LA MÚSICA
El director de la Orquesta Sinfónica Nacional, Carlos Miguel Prieto, destacó que vivir este espectáculo con la producción que se dedicó ofrece al espectador la oportunidad de conocer Carmina Burana más allá de la música, y de descubrir que en realidad los contenidos líricos son bastante profanos.
“Quienes escribieron esas palabras fueron unos monjes en el siglo XII o XIII. Esos textos que se pueden leer los escribieron monjes de Baviera. Es una obra que no es sagrada, pero que dice cosas contrastantes con su lenguaje”, explicó el director, quien además compartió que habrá varias sorpresas para el público que van más allá del montaje.