La Paz, Baja California Sur.- El Zacatal fue una granhacienda ganadera y agrícola que empleaba mucha gente quecontribuyó al desarrollo, historia y leyenda de esta entidad. Losrestos mortales de don Rosario Sandoval y doña Josefa, dueños deesta propiedad están descansando en la principal capilla delpanteón.
Personas grandes aseguran que don “Chayo” no era de La Paz,que La Paz casi toda era de él… la calle 16 de septiembre sellamó en un principio El arroyo de los Sandoval, después ArroyoCentral y ahora16 de Septiembre.
Al respecto, Gilberto Manuel Ortega Avilés, egresado dela licenciatura en Filosofía por la Universidad Autónoma de BajaCalifornia Sur (UABCS), describió que como toda hacienda ElZacatal debería tener su capilla y su panteón, don Rosario lofundó siendo su patrono San Antonio de Padua, y desde entoncescada 13 de junio se celebra en el lugar.
Dentro del mismo contexto, evidenció que también se cuenta quedon Sandoval enterró un enorme tesoro en donde hoy se encuentra elpanteón, lo cual nos ha sido confirmado por el cuidador, pero porrazones legales y quizás religiosas también nadie ha podido cavaren busca de estas riquezas.
“De esta enorme hacienda hoy solo queda el camposanto,el cual cuando la ciudad no era muy grande, quedaba a las afuerasde la ciudad, y siendo un panteón viejo, generaba muchas leyendas,sobre fantasmas, incluso muchos jóvenes en busca de emociones ibanen busca de fantasmas y en muchas veces sí los encontraban”,observó.
Señaló que en repetidas ocasiones fueron encontrados restos deartilugios de rituales de magia negra, así como restos de sangre,velas negras, animales muertos, los cuales quedaron confirmados enla década de los años 90 en reportes policiales, periódicos ytestimonios de personas que encontraban estos restos cuando ibanpor la mañana a visitar difuntos.
“Para 1989 según registros policiacos y publicacionesen periódicos locales, eran alarmantes ya que no solo hablan desectas satánicas que operaban en otros estados vecinos, y tambiénse mencionaba en La Paz estos grupos estaban haciendo sus ritualesen especial en el panteón de El Zacatal. Según los registros dela época los adoradores de Satán, mediante velas negras yrituales muy antiguos realizaban su prácticas en el lugar, durantelas noches de luna llena donde sacrificaban menores de tres añospara beber su sangre, también durante estos actos los practicantesinhalan sustancias químicas para lograr contacto con el señor delas tinieblas”, relató.
Refirió que para diciembre de 1990, la policía realizabaexhaustivas investigaciones respecto a las sectas diabólicas queoperaban en el país y habían cobrado más de 12 víctimas en laciudad de Tijuana, este clan era el mismo que llevaba realizandolos actos de sacrificio en el panteón de El Zacatal de La Paz,Baja California Sur.
Evidenció que tras la detención de la señora PatriciaPacheco, líder de este clan, con todo esto quedó desarticulada,quizás la secta satánica más grande de México, que involucrabaa La Paz, Tijuana y Sinaloa, afirmando que aunque cualquier personaes libre de creer en lo que quiera, no se puede privar de la vidade alguien, ni realizar actos delictivos como lo realizó estaterriblemente célebre secta.
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“El crecimiento de la ciudad ha dejado más al descubierto elpanteón, ya no está más en una vereda a las afueras de laciudad, pero se sigue sintiendo una atmosfera muy pesada, quizáspor todo lo que ha ocurrido en el lugar. Cabe destacar que losbrujos de la ciudad se han retirado a otros lugares más solitariosa realizar sus ritos, pero todavía así mucha gente asegura queaun espantan”, subrayó.
Mencionó que antes el lugar se quedaba abierto por lasnoches, pero los daños provocados por vándalos así como por laspersonas que practicaban brujería obligaron a los cuidadores acerrar por las noches.
“El cuidador actual nos relata que él no tiene miedo de ElZacatal, que aunque nunca se le ha aparecido un ‘fantasma’, enuna ocasión le tocó ver un señor a caballo dentro del panteón yaunque lo persiguió nunca lo encontró, y que era imposible quehubiera salido por otra parte. Al contrario de lo que muchaspersonas piensan, El Zacatal es un panteón activo, aunque espequeño, funciona y si alguien desea ser enterrado en él, sí esposible, una buena opción si no se tiene el dinero para cubrir loscostos de otros panteones”, concluyó Ortega Avilés.
Cabe mencionar que esta información se puede constataren el Periódico Últimas noticias resguardado en el ArchivoHistórico Pablo L. Martínez (AHPLM) de las fechas anteriormentemencionadas.
