Loreto, Baja California Sur.- Con más de trescientosaños de antigüedad los viejos olivos sembrados por los misionerosen la comunidad San Javier en el Municipio de Loreto, son unatractivo turístico más que se ofrece hoy a los visitantes porparte de los prestadores de servicios durante la visita a esemágico lugar enclavado en la sierra de La Giganta.
Con la fundación de la Misión de San Francisco Javier, a uncostado del oasis del poblado que hoy lleva ese nombre, losmisioneros iniciaron el establecimiento del primer asentamientohumano permanente, enseñando a los antiguos californiosactividades como la agricultura, ganadería, entre otras.
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Llevando a cabo la siembra de los primeros olivos que hasta hoydía se encuentran de pie en los huertos a espaldas de la Misión,produciendo aceitunas, las cuales son utilizadas para laproducción de aceite para cocinar y el propio fruto comoalimento.
Hoy estos emblemáticos árboles de olivo son uno de losprincipales atractivos turísticos con los que cuenta el poblado deSan Javier, donde los visitantes pueden tomarse fotografías en sustroncos y raíces retorcidas que forman caprichosas figuras.
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Los habitantes del lugar y guías de turismo muestran con granorgullo estas plantas que son mudos testigos del paso de los añosy del gran esfuerzo de los misioneros para lograr que la vidafloreciera en medio de la imponente sierra de La Giganta.
