La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El señor Rogelio Avanos, originario de Hirapuato, Guanajuato, quien tiene 22 años desde que llegó a la ciudad de La Paz y se ha dedicado a crear artesanías como pulseras y collares, entre otros productos, comentó que las ventas en esta temporada han bajado, contando con una mayor venta de pulseras, collares e imanes, además de monederos, aretes y artículos pequeños que no quitan mucho espacio a la hora de viajar en avión.
Así mismo mencionó que las mayores ventas han sido generadas por el turismo nacional que viene del norte del país como Tijuana, Ensenada, Mexicalí, entre otros destinos, siendo estos los mejores clientes para el negocio de las artesanías. “Tengo 22 años trabajando como artesano y vendiendo artesanías en la ciudad de La Paz, desde que llegamos de Hirapuato. Las ventas ahorita en esta temporada están muy flojas, tenemos un 40% de ventas, pero esperamos que con el semáforo en color naranja las ventas se levanten un poco más”.
“Para nosotros el mejor cliente es el turismo nacional, porque el extranjero pasa, viene y pregunta precios pero le piensan mucho para comprar, en cambio el nacional es el que más nos compra y no andan regatenado el precio. Viene mucho turismo de Tijuana, de Ensenada, de Mexicali, los del norte son nuestros mejores clientes”.
“Vendemos puras artesanías de calidad con la originalidad que caracteriza a los mexicanos en el mundo. Trabajamos con lo que son collares, pulseras, aretes, mi esposa y yo hacemos el 90% de todo lo que está en exhibición, el otro 10% vienen aquí y nos lo venden, y ya nosotros lo revendemos. Tenemos encendedores, tazas, mandibulas, dientes de tiburón, artesanías pintadas a mano, monederos, bolsitas, de todo un poco”.
Afirmó que siempre se ha dedicado a la venta de artesanías desde que llegó a La Paz, fue aprendiendo este oficio porque le gustaba mucho, en aquel tiempo su esposa y él empezaron a vender estos productos para ganarse la vida, buscando la manera de vender pulseras y collares. “Mi esposa y yo hacemos todo lo que son pulseras, collares, y hacemos el 90% de todo lo que ve aquí, ahorita estoy fabricando unas pulseras”.
“El 90% de lo que ve lo hacemos nosotros, el 10% lo compramos pero ya es un complemento, aquí mismo lo traen a vender. Tenemos espejos en 150 pesos, tortugas en 100 pesos hechas de abulón, encendedores en 50 pesos, plumas de palo fierro en 70 pesos. En febrero estamos como que si y no con las ventas, son muy bajas pero aquí lo que nos deja la venta es el turismo nacional que viene del interior, es el que nos compra”.
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“Tenemos un trabajo de caracol burro que es una artesanía muy cotizada por el turismo, todo lo que es referente al mar es de aquí del estado, el palo fierro es de Sonora. Antiguamente en semana santa subían mucho las ventas pero a raíz de la pandemia bajaron las ventas, tenemos un 40% de ventas, tenemos que comer todos los días y trabajar todos los días, bendito dios no nos faltan los frijoles”.
El horario que manejan es de las 6 de la mañana a las 5 de la tarde, casi 12 horas todos los días, pero en ocasiones solo alcanzan a sacar para la comida porque los precios de los productos más básicos han subido por las nubes. “La pandemia nos pego recio, el año pasado no vendíamos nada, incluso estaba prohibido salir a la calle, no hubo ningún tipo de apoyo gubernamental en el estado, fue una situación de verdadera subsistencia, pero aquí seguimos trabajando afortunadamente”
