La Paz, Baja California Sur.- Raquel Robles ,originaria de Oaxaca, revela que desde que era pequeña, quería ser actriz, ya que tenía claro su objetivo de vivir en carne propia a esos grandes personajes que leía, porque sus abuelos tienen una librería y se ha hecho del hábito de la lectura, y por medio de ella también descubrió un sinfín de aventuras que por medio del arte se podrían llevar a cabo y con la ayuda de la danza fue alcanzando esa libertad de querer estar siempre en contacto con historias que le llenaran el alma y tocar el corazón del público con personajes de mujeres fuertes y reales que día a día luchan para salir adelante, porque las verdaderas princesas son de carne y hueso.
Su familia no se sorprendió cuando decidió estudiar actuación, pero sí cuando decide viajar a la Ciudad de México y emprender el camino maravilloso de la actuación, su mamá le dijo: es tu talento, lucha y busca un lugar en lo que decidas ser… y la apoyó, fielmente.
Han llegado a su vida personajes fuertes de la vida real, en donde presta su cuerpo para encarnar a mujeres que entregan el alma, tal es el caso de Marcela, en la bioserie El César, “donde Raquel se entregó al personaje, donde no sólo tuve que aprender técnicas reales de boxeo, sino además de ponerse en las zapatillas de una verdadera boxeadora. Otro personaje fuerte, pero a la vez liberador, fue el que realizó en la película Traición, en donde actúa al lado de Juan Manuel Bernal y donde da vida a Sirena, una bella mujer que explota su sensualidad y hace suya la vida que desea llevar; y en el largometraje La Diosa del Asfalto, da vida a Tuca, una lideresa de pandilleros, de la época de los 80, en donde los jóvenes de México tuvieron un importante despertar en todos los sentidos.
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Es así como Raquel Robles tiene esa versatilidad y sobre todo emotividad en cada uno de sus personajes, donde hace suya el alma de cada una de las mujeres que ha interpretado a lo largo de su carrera, mujeres fuertes, reales y en constante lucha, como lo es la vida misma, y donde Raquel nos regala ese talento único que tiene como don.