La Paz, Baja California Sur.- La Paletería La Tropical en sus dos puntos de venta, en Juárez entre Lic. Primo Verdad y Marcelo Rubio; y Manuel Pineda esquina con Aquiles Serdán, esconde una larga historia en la cual ellos no fueron los iniciadores sino que han continuado con el legado.
HISTORIA
La Tropical ya existía hace 50 años y se ubicaba frente al parque Revolución, a cargo de la familia Guzmán, cuando Ernesto Hernández Aguirre llegó a trabajar en la Paletería La Pingüino en la ciudad de La Paz después de haberse desempeñado como vendedor de paletas de hielo en diversos estados de la República desde los 14 años.
Sin embargo, hace 40 años Samuel Guzmán, uno de los encargados de La Tropical, le ofreció a Ernesto Hernández traspasarle la paletería y nevería, a lo cual accedió y logró pagar con mucho esfuerzo. El traspaso consistió en un pequeño local con un cuarto frío, un almacenador de paletas y una máquina para fabricar leche viejos que no sirvieron, por lo cual reinvirtieron en nueva maquinaria y un nuevo lugar, que es el que se ubica sobre la calle Juárez, en donde desde hace 39 ofrecen sus productos.
INICIOS
Su negocio inició con una muy buena época, vendiendo productos económicos a paleteros que ganaban por comisión únicamente, en la cual llegaron a tener hasta 25 paleteros a quienes surtían, sin embargo éstos empezaron a desaparecer, por lo cual desde hace 18 años se reinventaron y empezaron a vender lo que ellos llaman “paletas caras”, que fue un cambio difícil en el cual se desesperaron pues la gente no estaba acostumbrada a comprar caro, sin embargo esto ha ido cambiando hasta el auge que hoy conocemos.
NEGOCIO FAMILIAR
La Tropical siempre ha involucrado a toda la familia en el negocio, misma que trabaja en equipo para sacarla adelante y cuya mayor satisfacción es ver a la gente contenta que regresa una y otra vez a consumir, principalmente las nieves de pistache y camino rocoso y las paletas de piñón.
Nuestra clave es que le echamos mucha fruta. Entonces todo es muy natural y tiene mucho producto, porque en otros lugares es más agua que nada, y de alguna forma está barata, porque su costo es proporcional a la calidad”, Guadalupe Elizabeth Meza Gómez
Guadalupe Elizabeth Meza Gómez, quien se encarga en gran parte de las sucursales, menciona que siente una gran responsabilidad y compromiso con sus clientes, además con el propio producto que demanda estar todos los días para hacer la nieve; y dos días de la semana, uno para hacer paletas y otro para bolis, que implican jornadas de trabajo que inician desde la 1:00 hasta las 12:00 horas del día para poderse mantener con la misma calidad y mantener la lealtad de sus clientes.