La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- La ciudad capital siempre ha sido escenario de historias que marcan la vida de muchas personas, ya que la leyenda del Niño que enseña los dientes es un relato que ha pasado de generación en generación en donde la inocencia y la mirada de un pequeño no siempre es lo que parece y más aun cuando este último se aparece en la zona Centro a altas horas de la noche y es que se dice que quienes lo han visto han fallecido días después, ya que este niño es el presagio de muerte, ¿realidad o fantasía?.
LEYENDA DEL NIÑO QUE ENSEÑA LOS DIENTES
Cuentan los abuelos que cuando ellos eran menores de edad siempre se aparecía un niño con un aspecto casi angelical, su carita llena de ternura y evocaba a su vez tristeza pues su ropa estaba mal cuidada, a su vez pedía dinero a todo aquel que transitaba a esa hora, quienes le daban dinero se llevaban una gran sorpresa pues de agradecimiento les enseñaba los dientes que en segundos se volvían horrendos, calaverico y con un aspecto fantasmal, su boca se abría de tal manera que las personas salían corriendo sin rumbo, casi casi traumados por lo que habían visto, pero lo más sospechoso es que días después de lo visto fallecían por muerte no conocida, cosa extraña porque la gran mayoría de ellos gozaban de buena salud.
Lo sucedido con el niño fue pasando de boca en boca y las personas tenían miedo transitar por la zona Centro, sobre todo algunos zapateros que se quedaban hasta la noche trabajando, ya que lo menos que deseaban era que el niño que enseñaba los dientes se les apareciera.
Se cuenta que una vez un policía se bajo de su patrulla para querer auxiliar al niño pues ya era demasiado tarde y se encontraba “solito” en una banca y este le pidió unas monedas para poder comer, a que tenía hambre: la historia se repitió, el policía falleció a los días dejando a su esposa e hijos solos..
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La gente a través del tiempo empezó a rezar por el niño y echaron agua bendita por donde caminaban, a su vez que prendían velas y le deseaban que encontrara el camino, pues no era bueno que un niño tan chico y con aspecto angelical hiciera tanto daño. Las historias fueron disminuyendo con el tiempo, pero eso no quería decir que el niño no se apareciera por las calles de la solitaria noche, sino mas bien era algo irremediable que nadie podía parar, no se olvida lo que la gente contaba pues el que el niño si se cruzara en tu camino era presagio de una muerte que sucedería en días posteriores.
Hasta la fecha es un relato que los paceños no olvidan y el temor aun sigue en aquellas personas que vivieron en esa época. Nadie sabe cuando la muerte nos dará su mejor sonrisa.