La Paz, Baja California Sur.- La directora del albergue "Mamá Benita", Benita Sabino Morales, apenas logró reunir el dinero suficiente para pagar el recibo de la luz que estaba a punto de vencerse.
Lee: Cementerios se llenan de visitantes este 10 de Mayo
Los ingresos son fruto de la venta de raspados y churros que, por fortuna, alcanza para alimentar a 31 albergados; 9 mujeres, 5 niños y 17 hombres, todos con cama, tres comidas al día y una nueva oportunidad de recuperar su dignidad humana después de vivir en la calle.
Luego del pago de la luz, al salir de las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad, Benita recordó que era Día de las Madres, por lo cual revisó su monedero para comprar y llevar flores a sus madres albergadas, pero no había.
Todo se había quedado en el pago de la luz, en su mente brotó una breve oración y su vista localizó pronto a un grupo de lavacoches vendiendo flores, pensó: "les voy a pedir que me donen unas flores".
Apenas avanzó y un joven corrió a su encuentro gritando "mamá Benita, mamá Benita, le traigo estas flores para que se las regale a las madres que están en su albergue" ella le respondió muchas gracias muchacho, mientras que en su mente agradeció a Dios el que haya escuchado su oración.
Luego se trasladó al albergue para participar en un sencillo desayuno por esta fecha tan especial, ahí le entregó flores a cada una de sus madres albergadas.
A las 10 de la mañana se trasladó al panteón Jardines del Recuerdo para trabajar en la venta de raspados de sabores en un carrito, en ese lugar permaneció toda una jornada laboral de 8 horas. Con una sonrisa expresó: "vine a desestresarme un poco".
En compañía de su ayudante César Acosta, un jornalero agrícola nativo de Michoacán, con discapacidad visual en uno de sus ojos empujaron el carrito de raspados hasta la sombra de un árbol cercano al centro del panteón por la vía principal por donde desde temprano familias enteras caminaban para visitar la tumba de sus madres.
Luego de la jornada continuó la celebración del 10 de mayo a las 3 de la tarde con una comida en compañía de sus hijos y de los albergados, donde toda la familia en la casa Mamá Benita.
Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano
Comieron juntos, pollo enchilado y de postre una rebanada de pastel, una de las residentes expresó: "pensé que no habría celebración del Día de las Madres” la duda surgió porque en otras ocasiones mamá Benita muy temprano preparara pozole para celebrar.
