La Paz, Baja California Sur, (OEM/Informex).- Baja California Sur gana el Premio Binacional de Poesía Sonora (Arizona) 2021 con la pluma del escritor sudcaliforniano Christopher Alexter Amador Cervantes, el libro ganador será traducido para que llegue a otros países, los reconocimientos se dieron a conocer el viernes 05 de febrero de forma virtual.
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“Concursar junto a los mejores poetas de la frontera americana y mexicana no es cosa menor, el noroeste es cuna de una larga y encumbrada furia, hacerlo exige un respeto absoluto a la comunidad, al idioma, al género, la poesía si no desea fenecer debe moverse en otra pista, yo la arrastré de los cabellos y las cuerdas vocales a territorio incómodo”.
El escritor compitió con grandes poetas de ambos lados de la frontera y el noroeste en un concurso convocado por la editorial Vértigo Digital, el libro titulado: Navegar a Vela, fue elegido a nivel nacional por el jurado calificador.
“En mi libro “Navegar a vela”, exploto el horizonte posible, mi carta moral haciendo uso de microscopios, telescopios y binoculares ajustados por las manos más equilibradas y templadas de la técnica, es decir: la tradición, la expectativa era dejar en la pupila del lector un buen reguero de pólvora pero una pólvora inútil, ahogada en lágrimas”.
Este libro podrá ser leído no solamente por mexicanos ya que será traducido a otro idioma pues entrará a Estados Unidos por Arizona y las letras podrán traspasar más fronteras.
En esta ocasión el evento fue de forma virtual debido a la contingencia sanitaria, Amador Cervantes menciona que, la experiencia de seguir presenciando eventos tan importantes de forma remota sigue dejando mucho aprendizaje.
“La experiencia virtual ha sido el lugar más apropósito para medir el distanciamiento psicológico con la propia obra, encontrarnos y tocarnos donde ya no somos cuerpo”.
Por último, el escritor sudcaliforniano destacó que, escribir no resulta nada fácil ya que es importante corregir cada letra o cada párrafo para que el libro vaya cobrando vida.
“En ciertas ocasiones uno tiene que soltar la cuchara, dejar la mesa; la almohada del sueño, en otras, renunciar para encontrar, dejar de buscar para poder mirar, la mayor de las ocasiones escribo resistiéndome tengo que pelear con un verso durante noches, intentar borrarlo, desestimarlo, humillarlo, disminuirlo. Si me gana, si prevalece al menos unos días, lo escribo. Es como aferrarse al talón del Ángel hasta que diga su verdadero nombre. La poesía o es eso, o es un jardín en ruinas, una fuente hecha escombros donde el agua balbucea sin dignidad, sin vuelo súbito de pájaro quebrando rama”. Concluyó.
