La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Anavel Cintora quien es madre y micro empresaria de muñecos Isagurumi, los cuales se realizan con técnicas de croché o ganchillo en un proceso cien por ciento artesanal y llenos de mucho amor, acaba de regalar junto a un grupo de voluntarias (Mary, Marce, Elizabeth y Ariadna) , Sirenitas y Iron Man para niños y niñas con cáncer que realizan sus quimioterapias en el centro Oncológico de La Paz en el Hospital Salvatierra.
Esta idea nace en el mes de enero de este año por ello se comunicó al área de pediatría en donde fue recibida con los brazos abiertos y desde el primer momento hubo un click increíble para llevar a cabo esta acción, pues lo más importante era que los niños y niñas que acuden para sus quimios sintieran que son fuertes y que saldrán delante de cualquier adversidad y enfermedad.
Los muñecos isagurumis tienen la particularidad de ser creados y adecuados ya que a las Sirenitas se les puede quitar su cabellito cuando las niñas lo crean conveniente y los Iron Man sacan el guerrero y guerrera que todos llevamos dentro. Fue un total de 15 isagurumis que se entregaron, los cuales iban acompañados con bolsitas de dulces y pulsaras personalizadas por Carmen quien es otra micro empresaria que se sumo a este bello proyecto.
LOS PEQUES ESTABAN MUY EMOCIONADOS
Los niños y niñas que recibieron su isagurumi estaban muy emocionados, pero Anavel, Mary, Marce, Elizabeth, Ariadna y Carmen se llevan en su corazón todo lo bonito que les dejo esta gran experiencia, pues lo más importante es la cara de estos pequeños que son grandes guerreros y guerreras.
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Los personajes de Iron Man y la sirenita han traspasado generaciones y en la actualidad son unos de los favoritos, no solo de los niños y niñas, si no de adolescentes adultos. Anavel Cintora recalca que solo se hicieron 15 Isagurumi porque eran el número de niños y niñas que llevan su tratamiento y hay otro número más pero ya son adolescentes.
La enfermedad del cáncer es muy sensible, por ello cuando se va realizar una acción de ayuda se hace con todo respeto y dedicación, por ello Anavel y el grupo de voluntarias espera que otras personas se sigan sumando a estos proyectos que llenan y reconfortan el alma y que también hagan participe a todo aquel que los rodea, pues en eta caso las familias enteras también se volcaron a ayudar, ya sea envolviendo los muñecos, personalizando las cartitas, en fin era toda una cadena de amor, pues Anavel y el grupo de voluntarias llegaron para quedarse.