Los Cabos, Baja California Sur.- Con gran emoción recibió la escritora y promotora cultural, Conchita Cabrera, un merecido reconocimiento por su aportación a la promoción y difusión de la cultura en Los Cabos, de manos del comité organizador del Cuarto Festival de Lectura Los Cabos 2019.
La entrega se hizo previo al cierre, la tarde del sábado 9 de marzo, dentro del máximo recinto cultural de Los Cabos, el Pabellón Nabor García Aguirre, de Cabo San Lucas, donde los organizadores: la empresaria Ena Aragón y los profesores Alfonso Winston y Nixania Barragán, acompañados de las autoridades del ISC e ICA, así como integrantes de la A.C. Yenekamú coincidieron en esta entrega de reconocimiento.
“Me compartió su amor al arte”, opinó la empresaria Ena Aragón, al referirse a Conchita Cabrera, para después tomar la palabra Calafia Pozo, como encargada del Instituto de la Cultura y las Artes (ICA) en Los Cabos, quien leyó una semblanza sobre la trayectoria de la homenajeada.
La mujer de los abrazos intensos, Conchita Cabrera es nacida en Comitán, Chiapas, y reside desde 1993 en Baja California Sur. Su primera publicación de poesía lleva el nombre de “Atemporalidad”. Sus primeros poemas se incluyeron en la publicación Cuarta Jornada de Literatura Regional, de la UABCS. Fue fundadora de Escritores Sudcalifornianos, A.C. Participó en la edición de la revista “La Mala Mujer”. Ha sido incluida en las antologías: “A sus libertades, alas” y “Letras del Finisterra”, editadas por el gobierno del estado de B.C.S. En 2008 publica su poemario “Plenilunio”.
Enseguida, Conchita Cabrera subió al escenario para recibir un reconocimiento hecho a mano por la artesana Gaby Amao, así como un ramo de flores de parte de la profesora Faustina Wilkes, conocida como “Profe Fanta” y de Domingo Saiza, ambos decanos de la ciudad, e integrantes de la asociación civil Yanekamú.
Por su parte, Conchita Cabrera con lágrimas de emoción en sus ojos, agradeció el gesto y recordó que hace 15 años llegó al desierto sudcaliforniano, donde le abrieron las puertas, pero que a la vez ha sabido quedarse dentro y abrir las puertas a otras personas, que como ella también han llegado a tocar.
“Agradezco mucho a esas personas que han confiado su pensamiento y creación en mis manos. Para mí ha sido maravilloso, y ha sido algo que le ha dado fuerza a mi existencia. A levantarme todos los días y saber que tenía que realizar algo a favor del arte y la cultura”, dijo la gestora cultural con 35 años de trayectoria que comenzó en su natal Chiapas.
