La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Hablar de la celebración del Día de Muertos en Baja California Sur es recordar muchos aspectos importantes con las que creció una generación llamada millennials, más aun si se tiene en cuenta que en nuestro estado se le empezó a dar relevancia a esta celebración a finales de los años 80's y a principios de los 90's hasta llegar al día de hoy.
El gobierno de esa época de la mano con la Secretaria de Educación Pública del Estado, así como maestros e instituciones públicas y gubernamentales le dieron prioridad y trabajaron arduamente para darle su lugar, puesto que el Día de Muertos era una celebración que nos tocaba ver de lejos, pero a su vez nos era muy familiar.
Ya que en novelas y películas mexicanas nos llamaba la atención ver los famosos altares o las bellas Catrinas puesto que desde el primero de noviembre se comenzaba a recordar a Todos Los Santos entre ellos los niños y niñas que tristemente fallecieron y el 2 de noviembre a todos los muertos y la manera de poder honrarlos y venerarlos era y es a través del altar de muertos.
TRADICIÓN MEXICANA
Muchas familias de otros estados de la republica mexicana que llegaron a BCS provenientes de Oaxaca, Michoacán, Ciudad de México solo por mencionar algunas, también nos inculcaron el valor cultural de nuestras tradiciones mexicanas, ya que la distancia con el centro del país siempre nos ha mantenido un poco al margen con la celebraciones y sucesos importantes que han cambiado el rumbo de México.
En nuestro caso era muy común acudir el 2 de noviembre a los panteones a limpiar las tumbas y platicar con nuestros muertos, hecho que se repetía no solo en esa fecha, sino todos los domingos.
Poco a poco a través de los años fuimos llenando ese vacío que dejaban nuestros difuntos, con el altar de muertos y aunque fueran pequeños le fueron dando vida a los rincones de los hogares sudcalifornianos, con colores, frutas, flores y la foto del ser querido.
Gilberto Ortega, quienes es amante de lo paranormal e investigador de leyendas e historias sudcalifornianas y que además forma parte del Archivo Histórico Pablo L. Martínez recalca que en BCS se tenía el conocimiento del Día de Muertos pero no era celebración arraigada, pues la cercanía con Estados Unidos hacia que se viera más en las calles las decoraciones del día de Halloween y que de la misma forma surgían más personas que se disfrazaban para hacer fiestas y reuniones y días posteriores celebrar el Día de muertos pero no con la misma intensidad.
En aquellos años si alguien les decía a los niños y niñas que fueran a pedir calaverita no entendían, más bien lo asociaban con ir a pedir dulces en Halloween.
También hay altares de muertos que nos recuerdan esa mezcla que se tiene en nuestro estado de Halloween y de Día de Muertos.