Crónica de las comunicaciones en La Paz del 1900

La correspondencia comunicaba a los habitantes de entonces, en ranchos y ciudades, pero por su condición geográfica tardaba hasta 50 días en llegar

Daniela Pérez Reyes

  · domingo 6 de enero de 2019

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martinez

Al borde de 1910 La Paz se encontraba más comunicada con el resto del país; sin embargo, aún las noticias tardaban hasta 50 días en llegar a través del correo, el cual era indispensable para dicha comunicación, ya que a través de él las familias estaban en contacto y en sus oficinas se amontonaban las personas para recoger su correspondencia.

Lee: La princesa rusa perdida en BCS

También entre los mismos habitantes de la ciudad era común mandarse telegramas de felicitaciones en el Día de las Madres, del Maestro, del Estudiante, e incluso para dar el pésame a quienes perdían a un familiar, por eso en toda tienda nunca faltaban los sobres, papel y sellos a la venta.

Lee: Café Batalla tiene un origen español

Después el aire sustituyó al mar y al pasar los aviones eran un espectáculo; ahora ellos cargaban y descargaban mercancías en la zona, sin embargo seguían coexistiendo con ellos los carruajes movidos por caballos y que la hacían de taxis sobre las calles sin pavimentar, de arena y una que otra empedrada.

A pesar del ir y venir de los aviones, la vida en aquel entonces era lenta, los pescadores se encontraban a la orilla del mar, los jóvenes en el Jardín Velasco escuchando al coro de la Catedral o viendo películas en el cine Tropical, donde se proyectaban películas tardías que traían las tendencias del resto de la República. Ya que en aquel entonces el cine y la televisión eran las dos fuentes de información de lo que ocurría fuera del terruño.

Lee: Cromwell y otros piratas que invadieron tierras californianas

La hora mágica de la ciudad era a las 18:00 horas, cuando sonaban las campanas, giraban los molinos, soplaba El Coromuel, se dispersaba el olor a café y a pan; una paz tranquila, mientras en el resto del mundo había guerra.