/ sábado 20 de julio de 2019

Coyoacán, lugar de Coyotes

La tarde recibe lluviosa la antigua entrada al atrio con sus formas de la segunda mitad del siglo XIX

Melancólica postal.

Su fuente rebosante en honor a los coyotes que los antiguos pobladores exterminaron para luego venerarlos en esta obra es excepcional.

Coyoacán, "Lugar de Coyotes", en lengua náhuatl, y fue en antaño la ribera sur del lago Texcoco.

Su etnia, la tecpaneca, fueron agricultores y artistas, desde entonces, se especializaban en la talla de piedra volcánica que venía del Pedregal, que era un pequeño pueblo, ahora convertido en residencial de lujo, apenas con pequeños espacios para la recreación espiritual e intelectual.

La piedra volcánica la extraían del volcán Xitle al hacer erupción. Piedra fundamental y simbólica que abunda en sus moradas.

El gobierno de Hernán Cortés fundó en esta zona el primer Ayuntamiento del Valle de México, se dice que se instaló en una residencia de la que solo quedaron vestigios que se pueden ver en el edificio de cabildo construido en 1755.

Los edificios virreinales aún se conservan en Coyoacán, pero las casas familiares y rústicas, viviendas de adobe corresponden a formas del siglo XIX.

Imperdible... porque este barrio murmura entre sus callejuelas de piedra las verdades y mitos de El Indio Fernández, una casona que todavía se preserva gracias al tesón de su fallecida hija María, y así, singulares refugios y museos que son preservados por los habitantes de un sitio cultural, que les ha visto crecer y donde ellos desean fallecer en paz, rodeados de piedra, café y pan, y un poco de mezcal en su altar.

Vamos por café chiapaneco en La Selva, Tierra Garat o Veracruz en el Jarocho como un clásico para caminar y dejarse llevar.

Visitar el Barrio de Coyoacán es un viaje al pasado colonial y presente cultural de la Ciudad de México.

Vamos al Mercado de Artesanías en Carrillo Puerto para luego disfrutar un helado al paladar; es parte de la tradición que no debe empobrecernos, sino enriquecernos.

Llegar por Avenida Universidad que corre de norte a sur; por Miguel Ángel de Quevedo, de oriente a poniente, es una buena opción para ubicar tierra volcánica y tomar energía; Ciudad Universitaria y clima frío dentro de la ciudad.

El crucero que cuenta con una glorieta marca el límite con el Barrio de Chimalistac, donde se encuentran casas de cultura y caserones de piedra y madera, un pequeño pueblo dentro de Coyoacán, que se dice, es de finales del siglo XIX.

Caminemos ahora hacia el noroeste, desde donde se pueden recorrer numerosas colonias del barrio de Coyoacán.

Desde Chimalistac, tomemos la calle Francisco Sosa, un paseo que incluye convento y cafeterías históricas, una calle bellísima que alberga el Centro Cultural Italiano, calle que también puede tomarse desde Avenida Universidad.

Pasea por Avenida Centenario, Melchor Ocampo y Tres Cruces, porque son calles que no te puedes perder.

Un barrio con apariencia de "haberse congelado en el tiempo" que recuerda a mi ancestral región bajío, lo que incluye mitos de aparecidos y políticos que han vivido también en este oasis citadino.

Universal... porque hay lugar para todo y para todos, pero conserva, a pesar de la presión capitalista salvaje, siempre su vocación cultural, artística e intelectual, a la que se adaptan gustosos los que la valoran, y de negocios y política viven.

El jardín Centenario es espacio de poetas y soñadores, a visitar, así como el Antiguo Convento de Churubusco, con exposiciones culturales.

La Casa de León Trotsky, -ex amante de Frida- no se me antoja pues como dijo Paco Ignacio Taibo II ayer, eso ya es comunismo arcaico. Vamos al parque de los Viveros para sentirnos en el bosque y luego al Museo de la Acuarela, emblemáticos del barrio de Coyoacán.

En el Hábito Bar de la polémica, exagerada y últimamente muy equivocada Jesusa Rodriguéz, se desarrollan unas buenas puestas en escena con música de fondo.

La oferta gastronómica inicia en el Mercado de Allende, recorrer sus pasillos para llenarse del sabor de sus moles y frutas, de sus tacos y pescados...de donde Frida Kahlo se alegraba y cocinaba, se dice, casi a diario y desde donde es posible llegar a la Casa Azul, su morada favorita, desde donde luchaba junto a Diego Rivera, por reivindicar el arte popular. Museo que cada día tiene fila para entrar, así que ¡a llegar temprano!

Coyoacán, huele a pan, a mole negro y a tamal de chipilín, pero La Guadalupana, cantina elegante fundada en 1932 no se queda atrás, y en Los Cabos hay una sucursal, que no puedo recomendar.

"Todos los coyotes somos guadalupanos", reza a la entrada un cartel, de esta casa que recibió a Dolores del Río y a María Félix, un mural reconstruye la historia del espacio culinario más visitado, sus chiles rellenos son sofisticados.

Desde el Centro Histórico restaurado, no hay que olvidar que es uno de los lugares más interesantes, siempre que se le visite con ánimo de tocar, aprender y divertirse, andando por el antiguo Camino Real Citadino, desde donde se comunicaba San Ángel, y donde se levanta una pequeña capilla del siglo XVIII, que dice la voz popular, fue construida por la madre de unos contrabandistas.

Coyoacán un lugar entrañable… delicioso por bohemio. La calle París quedó en mi memoria durante mi paso por el francés diario Le Monde donde trabajé con rigor...calle donde prácticamente descubrí el mundo y su belleza, compleja y universal, sí, desde un barrio mexicano contemporáneo, abierto al mundo que lo vota con entusiasmo.

Imperdible Coyoacán, lleno de baches que hay que arreglar.

Melancólica postal.

Su fuente rebosante en honor a los coyotes que los antiguos pobladores exterminaron para luego venerarlos en esta obra es excepcional.

Coyoacán, "Lugar de Coyotes", en lengua náhuatl, y fue en antaño la ribera sur del lago Texcoco.

Su etnia, la tecpaneca, fueron agricultores y artistas, desde entonces, se especializaban en la talla de piedra volcánica que venía del Pedregal, que era un pequeño pueblo, ahora convertido en residencial de lujo, apenas con pequeños espacios para la recreación espiritual e intelectual.

La piedra volcánica la extraían del volcán Xitle al hacer erupción. Piedra fundamental y simbólica que abunda en sus moradas.

El gobierno de Hernán Cortés fundó en esta zona el primer Ayuntamiento del Valle de México, se dice que se instaló en una residencia de la que solo quedaron vestigios que se pueden ver en el edificio de cabildo construido en 1755.

Los edificios virreinales aún se conservan en Coyoacán, pero las casas familiares y rústicas, viviendas de adobe corresponden a formas del siglo XIX.

Imperdible... porque este barrio murmura entre sus callejuelas de piedra las verdades y mitos de El Indio Fernández, una casona que todavía se preserva gracias al tesón de su fallecida hija María, y así, singulares refugios y museos que son preservados por los habitantes de un sitio cultural, que les ha visto crecer y donde ellos desean fallecer en paz, rodeados de piedra, café y pan, y un poco de mezcal en su altar.

Vamos por café chiapaneco en La Selva, Tierra Garat o Veracruz en el Jarocho como un clásico para caminar y dejarse llevar.

Visitar el Barrio de Coyoacán es un viaje al pasado colonial y presente cultural de la Ciudad de México.

Vamos al Mercado de Artesanías en Carrillo Puerto para luego disfrutar un helado al paladar; es parte de la tradición que no debe empobrecernos, sino enriquecernos.

Llegar por Avenida Universidad que corre de norte a sur; por Miguel Ángel de Quevedo, de oriente a poniente, es una buena opción para ubicar tierra volcánica y tomar energía; Ciudad Universitaria y clima frío dentro de la ciudad.

El crucero que cuenta con una glorieta marca el límite con el Barrio de Chimalistac, donde se encuentran casas de cultura y caserones de piedra y madera, un pequeño pueblo dentro de Coyoacán, que se dice, es de finales del siglo XIX.

Caminemos ahora hacia el noroeste, desde donde se pueden recorrer numerosas colonias del barrio de Coyoacán.

Desde Chimalistac, tomemos la calle Francisco Sosa, un paseo que incluye convento y cafeterías históricas, una calle bellísima que alberga el Centro Cultural Italiano, calle que también puede tomarse desde Avenida Universidad.

Pasea por Avenida Centenario, Melchor Ocampo y Tres Cruces, porque son calles que no te puedes perder.

Un barrio con apariencia de "haberse congelado en el tiempo" que recuerda a mi ancestral región bajío, lo que incluye mitos de aparecidos y políticos que han vivido también en este oasis citadino.

Universal... porque hay lugar para todo y para todos, pero conserva, a pesar de la presión capitalista salvaje, siempre su vocación cultural, artística e intelectual, a la que se adaptan gustosos los que la valoran, y de negocios y política viven.

El jardín Centenario es espacio de poetas y soñadores, a visitar, así como el Antiguo Convento de Churubusco, con exposiciones culturales.

La Casa de León Trotsky, -ex amante de Frida- no se me antoja pues como dijo Paco Ignacio Taibo II ayer, eso ya es comunismo arcaico. Vamos al parque de los Viveros para sentirnos en el bosque y luego al Museo de la Acuarela, emblemáticos del barrio de Coyoacán.

En el Hábito Bar de la polémica, exagerada y últimamente muy equivocada Jesusa Rodriguéz, se desarrollan unas buenas puestas en escena con música de fondo.

La oferta gastronómica inicia en el Mercado de Allende, recorrer sus pasillos para llenarse del sabor de sus moles y frutas, de sus tacos y pescados...de donde Frida Kahlo se alegraba y cocinaba, se dice, casi a diario y desde donde es posible llegar a la Casa Azul, su morada favorita, desde donde luchaba junto a Diego Rivera, por reivindicar el arte popular. Museo que cada día tiene fila para entrar, así que ¡a llegar temprano!

Coyoacán, huele a pan, a mole negro y a tamal de chipilín, pero La Guadalupana, cantina elegante fundada en 1932 no se queda atrás, y en Los Cabos hay una sucursal, que no puedo recomendar.

"Todos los coyotes somos guadalupanos", reza a la entrada un cartel, de esta casa que recibió a Dolores del Río y a María Félix, un mural reconstruye la historia del espacio culinario más visitado, sus chiles rellenos son sofisticados.

Desde el Centro Histórico restaurado, no hay que olvidar que es uno de los lugares más interesantes, siempre que se le visite con ánimo de tocar, aprender y divertirse, andando por el antiguo Camino Real Citadino, desde donde se comunicaba San Ángel, y donde se levanta una pequeña capilla del siglo XVIII, que dice la voz popular, fue construida por la madre de unos contrabandistas.

Coyoacán un lugar entrañable… delicioso por bohemio. La calle París quedó en mi memoria durante mi paso por el francés diario Le Monde donde trabajé con rigor...calle donde prácticamente descubrí el mundo y su belleza, compleja y universal, sí, desde un barrio mexicano contemporáneo, abierto al mundo que lo vota con entusiasmo.

Imperdible Coyoacán, lleno de baches que hay que arreglar.

Local

En la última década, 10 de 48 iniciativas ciudadanas han sido aprobadas

Recomiendan que aquellas personas que busquen promover alguna, se asesoren con un especialista

Deportes

Atlético La Paz empieza con el pie derecho la liguilla 

El Club Atlético La Paz derrotó a Venados F.C. en el Estadio Guaycura, La Paz

Policiaca

Motivos personales, móvil del secuestro de Rogelio "N": PGJE

Procurador Daniel de la Rosa Anaya descarta relación con el proceso electoral; el probable responsable fue aprehendido

Local

Inicia gallo vehicular de docentes en La Paz

Exigen el 100% del pago de quinquenios, pero también una regularización en el pago de bonos de pensionados y jubilados

Elecciones 2024

Llegan listas nominales de BCS, son más de 600 mil votantes

Boletas electorales llegarán el 7 de mayo. INE detalló las medidas de protección para la información que utilizarán funcionarios de casilla