/ viernes 1 de noviembre de 2019

Vientazo

Tandariola

Te quita el sombrero y no lo ves. Flujo gaseoso. Masa inasible en movimiento. Fuerza motriz inmemorial, imparable. Un recurso indispensable en la dinámica natural planetaria. Viento que da vida a los quijotescos molinos, que limpia el cielo de contaminantes o que levanta los techos en los huracanes.

Incoloro a nuestra vista, es energía relacionada con el movimiento de las masas de aire que se desplazan de áreas de alta presión atmosférica hacia áreas adyacentes de baja presión, con velocidades proporcionales al gradiente de presión (www.uv.mx). También hay tipos, los anabáticos, catabáticos, geoestróficos, alisios y alisios superiores (www.sm.conagua.gob.mx). Esto es poesía para los estudiantes de la Ingeniería en Energías Renovables de la UABCS; pero para quienes no somos avezados en estos temas selectos de la ciencia, significa que el aire se mueve por presiones y se traslada a espacios con menos presión generando los vientos.

En nuestra media península abundan en variaciones ligadas a las circunstancias físicas del territorio. Acoto que el eje geológico de nuestro terruño, de rumbo noroeste-sureste, tiene forma de un alargado bloque de falla basculado hacia el suroeste, con un flanco abrupto hacia el golfo de California y el otro tendido con suavidad hacia el océano Pacífico (INEGI. Síntesis Geográfica de B.C.S). Estos detalles hacen fluir las masas de viento de maneras diferentes en los puntos del territorio. Mientras que en la costa oceánica se mantienen en gran parte del año, en el golfo son estacionales y variables.

Citando aspectos descritos a finales del siglo XIX por el comandante Jorge Dewey de la Marina de Guerra de Estados Unidos, de la oficina Hidrogeográfica, indica que en toda la costa occidental soplan los vientos del Noroeste (NO) y de un modo constante durante ocho meses del año. En tanto que el Sr. Ymway de la Marina Real Británica menciona en el documento hidrográfico “Piloto del Pacífico Septentrional”, que las brisas generalmente comienzan todos los días a las 9 am. por el cuadrante Oeste y viran gradualmente hacia el Norte, a medida que avanzan las horas, llegando el máximum de su velocidad a las 3 pm. Los vientos del Sud son la excepción, los reinantes son los del Norte y el Oeste. Las mareas siguen la fuerza de los vientos y sus corrientes tiran en lo general solamente de media a una milla por hora (García Cubas, Antonio. Diccionario geográfico, histórico y biográfico).

Pero, qué le puedo decir sobre esto a la población asentada en tantas localidades de la Sudcalifornia cuya vida y desarrollo mantienen una relación ineludible. Por siglos se han organizado las actividades humanas apegándose a los designios climáticos. El viento entre ellos. Pregúntenle a los pescadores de la Pacífico Norte o a quienes acampan en las playas en semana santa.

Dado que la mayor cantidad de la población en Sudcalifornia se ubica en las costas, hablar de vientos marinos es un tema común y natural. Cito como ejemplo la ventosa localidad de La Ventana, célebre por ello a nivel internacional como destino turístico en deportes como el kitesurfing (una tabla de surf sujeta a una cometa), que en1985 windsurferos vieron su potencial al ser estables durante el periodo de octubre hasta abril (www.kitesurfvacation.com), generando actividad económica con una cadena de valor que abarca las localidades aledañas.

Por otro lado, debo mencionar que lo eólico como energía renovable y limpia es un aspecto potencial para nuestro país y es ocho veces superior al nivel de la actual capacidad instalada, que junto a las otras energías renovables que hoy se explotan, representan apenas la cuarta parte de la capacidad energética total instalada en el país (El Financiero. 28/10/2019). Claro está, es un reto energético de alto costoso.

En Guerrero Negro, frente al refugio de aves, está instalado desde 1998 un aerogenerador cuyas aspas giran continuamente y formó parte de un proyecto de investigación eólica, pero ya es obsoleto y resulta caro su mantenimiento (www.guerrerodesal.com). Ciertamente, en otras partes del mundo se está invirtiendo en turbinas eficientes e instalando parques eólicos marinos, que según análisis de la Agencia Internacional de Energía, si se instalaran en todos los sitios utilizables no más allá de 60 km de la costa, podrían generarse 36,000 terawatts hora de electricidad renovable al año. Esto satisfaría la demanda mundial de 23,000 terawatts hora (TheGuardian. 25/10/2019). En estos tiempos de eco ansiedad, Eolo coopera.

En nuestra media península abundan en variaciones ligadas a las circunstancias físicas del territorio. Acoto que el eje geológico de nuestro terruño, de rumbo noroeste-sureste, tiene forma de un alargado bloque de falla basculado hacia el suroeste, con un flanco abrupto hacia el golfo de California y el otro tendido con suavidad hacia el océano Pacífico

Eytale!

“Allá viene el viento”, indicaba mi abuela materna viendo hacia el mar con desazón al tender la ropa recién lavada cuando el día había sido de “calma chicha”. ¿Dónde, nana? no lo veo, le decía afinando mi visión, buscando lo que ella percibía. Sí, allá viene, insistía. Realmente lo que veía entre los tonos de azul marino eran las crestas espumosas del oleaje apurado por los vientos del noroeste. En pocos minutos, la ropa recién tendida se agitaba por el vientazo. Lo positivo era que se secaba pronto.

Comunicóloga, fotógrafa, diseñadora y sibarita. iliana.peralta@gmail.com. En Twitter @LA_PERALTA La Tandariola también se escucha. Disponible en podcast en Ivoox.

Tandariola

Te quita el sombrero y no lo ves. Flujo gaseoso. Masa inasible en movimiento. Fuerza motriz inmemorial, imparable. Un recurso indispensable en la dinámica natural planetaria. Viento que da vida a los quijotescos molinos, que limpia el cielo de contaminantes o que levanta los techos en los huracanes.

Incoloro a nuestra vista, es energía relacionada con el movimiento de las masas de aire que se desplazan de áreas de alta presión atmosférica hacia áreas adyacentes de baja presión, con velocidades proporcionales al gradiente de presión (www.uv.mx). También hay tipos, los anabáticos, catabáticos, geoestróficos, alisios y alisios superiores (www.sm.conagua.gob.mx). Esto es poesía para los estudiantes de la Ingeniería en Energías Renovables de la UABCS; pero para quienes no somos avezados en estos temas selectos de la ciencia, significa que el aire se mueve por presiones y se traslada a espacios con menos presión generando los vientos.

En nuestra media península abundan en variaciones ligadas a las circunstancias físicas del territorio. Acoto que el eje geológico de nuestro terruño, de rumbo noroeste-sureste, tiene forma de un alargado bloque de falla basculado hacia el suroeste, con un flanco abrupto hacia el golfo de California y el otro tendido con suavidad hacia el océano Pacífico (INEGI. Síntesis Geográfica de B.C.S). Estos detalles hacen fluir las masas de viento de maneras diferentes en los puntos del territorio. Mientras que en la costa oceánica se mantienen en gran parte del año, en el golfo son estacionales y variables.

Citando aspectos descritos a finales del siglo XIX por el comandante Jorge Dewey de la Marina de Guerra de Estados Unidos, de la oficina Hidrogeográfica, indica que en toda la costa occidental soplan los vientos del Noroeste (NO) y de un modo constante durante ocho meses del año. En tanto que el Sr. Ymway de la Marina Real Británica menciona en el documento hidrográfico “Piloto del Pacífico Septentrional”, que las brisas generalmente comienzan todos los días a las 9 am. por el cuadrante Oeste y viran gradualmente hacia el Norte, a medida que avanzan las horas, llegando el máximum de su velocidad a las 3 pm. Los vientos del Sud son la excepción, los reinantes son los del Norte y el Oeste. Las mareas siguen la fuerza de los vientos y sus corrientes tiran en lo general solamente de media a una milla por hora (García Cubas, Antonio. Diccionario geográfico, histórico y biográfico).

Pero, qué le puedo decir sobre esto a la población asentada en tantas localidades de la Sudcalifornia cuya vida y desarrollo mantienen una relación ineludible. Por siglos se han organizado las actividades humanas apegándose a los designios climáticos. El viento entre ellos. Pregúntenle a los pescadores de la Pacífico Norte o a quienes acampan en las playas en semana santa.

Dado que la mayor cantidad de la población en Sudcalifornia se ubica en las costas, hablar de vientos marinos es un tema común y natural. Cito como ejemplo la ventosa localidad de La Ventana, célebre por ello a nivel internacional como destino turístico en deportes como el kitesurfing (una tabla de surf sujeta a una cometa), que en1985 windsurferos vieron su potencial al ser estables durante el periodo de octubre hasta abril (www.kitesurfvacation.com), generando actividad económica con una cadena de valor que abarca las localidades aledañas.

Por otro lado, debo mencionar que lo eólico como energía renovable y limpia es un aspecto potencial para nuestro país y es ocho veces superior al nivel de la actual capacidad instalada, que junto a las otras energías renovables que hoy se explotan, representan apenas la cuarta parte de la capacidad energética total instalada en el país (El Financiero. 28/10/2019). Claro está, es un reto energético de alto costoso.

En Guerrero Negro, frente al refugio de aves, está instalado desde 1998 un aerogenerador cuyas aspas giran continuamente y formó parte de un proyecto de investigación eólica, pero ya es obsoleto y resulta caro su mantenimiento (www.guerrerodesal.com). Ciertamente, en otras partes del mundo se está invirtiendo en turbinas eficientes e instalando parques eólicos marinos, que según análisis de la Agencia Internacional de Energía, si se instalaran en todos los sitios utilizables no más allá de 60 km de la costa, podrían generarse 36,000 terawatts hora de electricidad renovable al año. Esto satisfaría la demanda mundial de 23,000 terawatts hora (TheGuardian. 25/10/2019). En estos tiempos de eco ansiedad, Eolo coopera.

En nuestra media península abundan en variaciones ligadas a las circunstancias físicas del territorio. Acoto que el eje geológico de nuestro terruño, de rumbo noroeste-sureste, tiene forma de un alargado bloque de falla basculado hacia el suroeste, con un flanco abrupto hacia el golfo de California y el otro tendido con suavidad hacia el océano Pacífico

Eytale!

“Allá viene el viento”, indicaba mi abuela materna viendo hacia el mar con desazón al tender la ropa recién lavada cuando el día había sido de “calma chicha”. ¿Dónde, nana? no lo veo, le decía afinando mi visión, buscando lo que ella percibía. Sí, allá viene, insistía. Realmente lo que veía entre los tonos de azul marino eran las crestas espumosas del oleaje apurado por los vientos del noroeste. En pocos minutos, la ropa recién tendida se agitaba por el vientazo. Lo positivo era que se secaba pronto.

Comunicóloga, fotógrafa, diseñadora y sibarita. iliana.peralta@gmail.com. En Twitter @LA_PERALTA La Tandariola también se escucha. Disponible en podcast en Ivoox.

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