/ viernes 13 de mayo de 2022

Popolocas

“En mis participaciones en el Cabildo inicio hablando en mi lengua y después en español”, me comentó Lucía Sánchez Juárez, IV regidora del XIV Ayuntamiento de Los Cabos. Al indagar a qué lengua se refería, con prestancia me dijo que popoloca. “Soy de Puebla, de un pueblito cerca de Tehuacán, ¿conoces por allá?”, me dijo. Indiqué que sí, una entidad muy bella, de clima envidiable, con sus volcanes y verdor. Ella radica acá ahora, del centro del país a la finisterrae sudcaliforniana.

Coincidimos en un reciente evento en la plaza de la Reforma, frente al palacio de cantera. Mientras iniciaba el evento, charlamos sobre tópicos de política, de carencias y de situaciones que se viven en el municipio más poblado de la entidad.

Ataviada con un elegante vestido con coloridos motivos étnicos, Lucía me contó que hacía 14 años que había emigrado con su familia buscando mejores oportunidades y que había muchas personas de su región en esa zona de la entidad, además de otras etnias y afrodescendientes que se insertan en la dinámica cabeña. Me habló también de discriminación, pero también de oportunidades; de visiones de las culturas ancestrales y de la perspectiva de la juventud que propone y ve hacia el futuro; de la creación de un Instituto Municipal de Asuntos Indígenas y Afromexicanos y de la problemática del agua.

Como ella, miles de personas llegan a esta entidad por un mejor porvenir, desde regiones expulsoras que estimulan continuamente la migración. Y es nuestra media península un estado receptor que, aunque semidesértico/hostil/caro, sigue siendo atractivo para las personas con ganas de trabajar.

En la observación de la etnicidad, al 2020 en Baja California Sur hay 722 personas que dijeron hablar popoloca y que la mayoría -691-, están en el municipio de Los Cabos. Otro aspecto que mencionó la regidora es que muchas personas no indican que son indígenas por el temor de ser discriminadas, aspecto que sigue invisibilizándoles. Hay que decir también que el municipio de Los Cabos es el que más hablantes de lenguas indígenas alberga, además de una gran diversidad. Claro está, la cantidad mayor pertenece al náhuatl, en segundo lugar lo tiene el mixteco y en tercero se ubica el popoloca.

Por supuesto, la consideración de lo indígena mucho tiene que ver con la autoadscripción o, dicho de otra manera, aceptarse como indígena. Así, en la media península 89,817 personas de 3 años y más son indígenas, de las cuales, solo 11 de cada 100 hablan su lengua. Y hay un dato más, solo el 0.8% de las personas que se admiten como indígenas dijeron que no hablan pero entienden lengua indígena.

En total, en todo el país se censaron a 17,274 hablantes de popoloca. En Puebla radica la mayoría, 15,723 personas. Baja California Sur es la segunda entidad del país con la mayor cantidad de hablantes. Le sigue la CDMX con 130. Como sucede con otras lenguas vivas, el popoloca experimenta una disminución de sus hablantes. En el 2010 había 18,485. En una década ha descendido 6.5% (INEGI. Censos de Población y Vivienda 2010 y 2020).

Es la tercera lengua indígena en importancia de Puebla y como dice el documento Popoloca, pueblos indígenas del México contemporáneo: “son uno de los grupos más controvertidos y menos conocidos, pero no por esto menos importantes. Por el contrario, su relevancia y sus aportes para la evolución de Mesoamérica son fundamentales, entre ellos está la domesticación del maíz, la fabricación de cerámica y el uso de la sal, actividades que contribuyeron al desarrollo de la civilización en el México precolombino” (www.gob.mx/cms).

Como otras etnias, las y los popolocas que llegaron para quedarse en esta media península están creando arraigo. Lucía, orgullosa de su raíz, se asume cabeña y confía en que se mejorarán las condiciones para la población indígena. Se construye día a día una nueva sudcalifornidad.

¡Eytale!

Era invierno en tierras muleginas. El viento helado del noroeste azotaba con su inclemencia en las vísperas de la navidad. Las infancias arribaban bien abrigadas a las guarderías y escuelas de educación básica en las mañanas, sin embargo, algunas criaturas llegaban en camiseta, “veraneando”. Oye niña, ¿qué no tienes frío?, le preguntó mi hermana con cierta preocupación a una compañera de salón de mi sobrino que vestía marga corta. Su respuesta fue muy simple “no tengo frío, soy de Puebla”. Oronda ingresó al plantel.

Comunicóloga, fotógrafa, diseñadora, escritora y sibarita.

iliana.peralta@gmail.com. Esta columna disponible enTwitter @LA_PERALTA

en Telegram como #ViernesDeTandariolay en Facebook como Tandariola

“En mis participaciones en el Cabildo inicio hablando en mi lengua y después en español”, me comentó Lucía Sánchez Juárez, IV regidora del XIV Ayuntamiento de Los Cabos. Al indagar a qué lengua se refería, con prestancia me dijo que popoloca. “Soy de Puebla, de un pueblito cerca de Tehuacán, ¿conoces por allá?”, me dijo. Indiqué que sí, una entidad muy bella, de clima envidiable, con sus volcanes y verdor. Ella radica acá ahora, del centro del país a la finisterrae sudcaliforniana.

Coincidimos en un reciente evento en la plaza de la Reforma, frente al palacio de cantera. Mientras iniciaba el evento, charlamos sobre tópicos de política, de carencias y de situaciones que se viven en el municipio más poblado de la entidad.

Ataviada con un elegante vestido con coloridos motivos étnicos, Lucía me contó que hacía 14 años que había emigrado con su familia buscando mejores oportunidades y que había muchas personas de su región en esa zona de la entidad, además de otras etnias y afrodescendientes que se insertan en la dinámica cabeña. Me habló también de discriminación, pero también de oportunidades; de visiones de las culturas ancestrales y de la perspectiva de la juventud que propone y ve hacia el futuro; de la creación de un Instituto Municipal de Asuntos Indígenas y Afromexicanos y de la problemática del agua.

Como ella, miles de personas llegan a esta entidad por un mejor porvenir, desde regiones expulsoras que estimulan continuamente la migración. Y es nuestra media península un estado receptor que, aunque semidesértico/hostil/caro, sigue siendo atractivo para las personas con ganas de trabajar.

En la observación de la etnicidad, al 2020 en Baja California Sur hay 722 personas que dijeron hablar popoloca y que la mayoría -691-, están en el municipio de Los Cabos. Otro aspecto que mencionó la regidora es que muchas personas no indican que son indígenas por el temor de ser discriminadas, aspecto que sigue invisibilizándoles. Hay que decir también que el municipio de Los Cabos es el que más hablantes de lenguas indígenas alberga, además de una gran diversidad. Claro está, la cantidad mayor pertenece al náhuatl, en segundo lugar lo tiene el mixteco y en tercero se ubica el popoloca.

Por supuesto, la consideración de lo indígena mucho tiene que ver con la autoadscripción o, dicho de otra manera, aceptarse como indígena. Así, en la media península 89,817 personas de 3 años y más son indígenas, de las cuales, solo 11 de cada 100 hablan su lengua. Y hay un dato más, solo el 0.8% de las personas que se admiten como indígenas dijeron que no hablan pero entienden lengua indígena.

En total, en todo el país se censaron a 17,274 hablantes de popoloca. En Puebla radica la mayoría, 15,723 personas. Baja California Sur es la segunda entidad del país con la mayor cantidad de hablantes. Le sigue la CDMX con 130. Como sucede con otras lenguas vivas, el popoloca experimenta una disminución de sus hablantes. En el 2010 había 18,485. En una década ha descendido 6.5% (INEGI. Censos de Población y Vivienda 2010 y 2020).

Es la tercera lengua indígena en importancia de Puebla y como dice el documento Popoloca, pueblos indígenas del México contemporáneo: “son uno de los grupos más controvertidos y menos conocidos, pero no por esto menos importantes. Por el contrario, su relevancia y sus aportes para la evolución de Mesoamérica son fundamentales, entre ellos está la domesticación del maíz, la fabricación de cerámica y el uso de la sal, actividades que contribuyeron al desarrollo de la civilización en el México precolombino” (www.gob.mx/cms).

Como otras etnias, las y los popolocas que llegaron para quedarse en esta media península están creando arraigo. Lucía, orgullosa de su raíz, se asume cabeña y confía en que se mejorarán las condiciones para la población indígena. Se construye día a día una nueva sudcalifornidad.

¡Eytale!

Era invierno en tierras muleginas. El viento helado del noroeste azotaba con su inclemencia en las vísperas de la navidad. Las infancias arribaban bien abrigadas a las guarderías y escuelas de educación básica en las mañanas, sin embargo, algunas criaturas llegaban en camiseta, “veraneando”. Oye niña, ¿qué no tienes frío?, le preguntó mi hermana con cierta preocupación a una compañera de salón de mi sobrino que vestía marga corta. Su respuesta fue muy simple “no tengo frío, soy de Puebla”. Oronda ingresó al plantel.

Comunicóloga, fotógrafa, diseñadora, escritora y sibarita.

iliana.peralta@gmail.com. Esta columna disponible enTwitter @LA_PERALTA

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