/ lunes 25 de octubre de 2021

Nombres, nombres y... nombres | Rampante informalidad golpe a textil, 6,000 millones de piezas y en pausa inversiones

La cadena textil-confección enfrenta un momento crítico tras la pandemia: o el gobierno impulsa un plan para aprovechar lo que se conoce como “nearshoring”, o sea el traslado de la producción de Asia a la zona, o tenderá a desaparecer.

Las cámaras involucradas incluida la textil, esto es CANAINTEX que preside Manuel Espinosa Maurer ya han planteado a las autoridades la “oportunidad de oro” que existe. Están conscientes Economía de Tatiana Clouthier, SAT de Raquel Buenrostro, Aduanas de Horacio Duarte y UIF de Santiago Nieto.

Hay que crear condiciones competitivas. La reforma energética no ayudará. De hecho hoy nuestras fábricas pagan 70% más cara la luz que en EU y hay esfuerzos de cogeneración que se verán afectados.

En ese sentido y dada la incertidumbre, muchas inversiones están en pausa y de no mejorar el entorno con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se cree que las oportunidades serían capitalizadas por Centroamérica.

El rubro textil se vio sacudido en 2020. El mercado cayó 35%. Se perdieron 75,000 empleos que no se han recuperado del todo. Hay además una inflación de costos con insumos como el algodón que se ha encarecido 60%.

Si bien las ventas han mejorado por un tema de reposición de las prendas básicas por las familias, también por la problemática que enfrenta el transporte global y que ha detenido en algo la mercancía ilegal.

Sin embargo lo subfacturado y el contrabando bronco se mantiene rampante. Según CANAINTEX en los últimos 12 meses lo importado por debajo del estimado de precios significa 23% del total y 59% son adquisiciones temporales, dizque para maquila, pero en realidad es producto terminado.

En esa condición, del 2015 a la fecha se estima se han introducido 6,000 millones de piezas y hay que agregar la ropa en paca que en 2020 significó 1,093 mdd que salieron de EU y aquí no se contabilizaron.

La cadena textil-confección enfrenta un momento crítico tras la pandemia: o el gobierno impulsa un plan para aprovechar lo que se conoce como “nearshoring”, o sea el traslado de la producción de Asia a la zona, o tenderá a desaparecer.

Las cámaras involucradas incluida la textil, esto es CANAINTEX que preside Manuel Espinosa Maurer ya han planteado a las autoridades la “oportunidad de oro” que existe. Están conscientes Economía de Tatiana Clouthier, SAT de Raquel Buenrostro, Aduanas de Horacio Duarte y UIF de Santiago Nieto.

Hay que crear condiciones competitivas. La reforma energética no ayudará. De hecho hoy nuestras fábricas pagan 70% más cara la luz que en EU y hay esfuerzos de cogeneración que se verán afectados.

En ese sentido y dada la incertidumbre, muchas inversiones están en pausa y de no mejorar el entorno con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se cree que las oportunidades serían capitalizadas por Centroamérica.

El rubro textil se vio sacudido en 2020. El mercado cayó 35%. Se perdieron 75,000 empleos que no se han recuperado del todo. Hay además una inflación de costos con insumos como el algodón que se ha encarecido 60%.

Si bien las ventas han mejorado por un tema de reposición de las prendas básicas por las familias, también por la problemática que enfrenta el transporte global y que ha detenido en algo la mercancía ilegal.

Sin embargo lo subfacturado y el contrabando bronco se mantiene rampante. Según CANAINTEX en los últimos 12 meses lo importado por debajo del estimado de precios significa 23% del total y 59% son adquisiciones temporales, dizque para maquila, pero en realidad es producto terminado.

En esa condición, del 2015 a la fecha se estima se han introducido 6,000 millones de piezas y hay que agregar la ropa en paca que en 2020 significó 1,093 mdd que salieron de EU y aquí no se contabilizaron.

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