/ viernes 19 de abril de 2019

La “iniciativa ciudadana” en la UABCS

Desde la Redacción

El tema ha sido cuestionado ampliamente por diversos motivos y quienes han hablado al respecto coinciden en que no se debe violar la autonomía universitaria, pero también en que detrás de esto hay algo que huele muy mal

La intentona de crear una nueva ley orgánica para la UABCS generó un sinnúmero de expresiones y comentarios, prácticamente todas y todos en contra y, con este nuevo capítulo, los que salieron más raspados fueron otra vez nuestros legisladores, ya que esta vez, para los ojos de los ciudadanos, brillaron pero no por su falta de unidad y capacidad legislativa sino por el pleno desconocimiento de las reglas que existen y rigen la recepción de iniciativas ciudadanas.

Varios ya les dijeron públicamente a los legisladores que esta iniciativa, la cual sido catalogada y considerada como oscura, malintencionada y desestabilizadora, debió haber sido desechada desde su principio por no cumplir con el principio básico de que, al tratarse de una reforma de ley, ésta debería corresponder a un concepto de generalidad y no de particularidad, sin embargo hay quienes han ido más allá y consideran que todo este asunto obedece a la intención que existe por tener el control absoluto de la universidad y también el de las demás universidades de todo el país.

El gobernador Carlos Mendoza Davis dijo que la autonomía universitaria es intocable y a través de sus redes sociales aseguró que no avalará ningún intento que vulnere su independencia, ya que las decisiones que se tomen sobre su vida deben darse exclusivamente por la propia comunidad universitaria.

El titular de la Coparmex, Fabricio González Rodríguez, también expresó su desacuerdo y dijo que para él detrás de esta iniciativa había intereses alternos, ya sean de carácter político y de grupo, los cuales están buscando intervenir en la próxima elección del rector, ya que se pretendía intervenir en la forma de gobierno que actualmente existe.

Agustín Olachea Nogueda, titular de la Asociación de Empresas Hoteleras y Turísticas de La Paz, dijo también que las decisiones que se relacionen con el rumbo de la universidad deben darse únicamente por los universitarios y criticó que se dé lugar a intervenciones externas.

Dos exmandatarios hablaron también al respecto, el primero de ellos fue Leonel Cota Montaño, actual subsecretario de Planeación, Información y Protección Civil de la Segob, quien la calificó como una ocurrencia y añadió que dos personas o un diputado no pueden suplantar a la comunidad universitaria, y también dijo que ésta estaba marcada por intereses de grupo y que si en verdad se quería hacer algo por la universidad que se convocara a la comunidad para dar a conocer una propuesta verdadera.

Posteriormente, el exgobernador Guillermo Mercado Romero dijo que al parecer existe el interés de acabar con la autonomía en las universidades de todo el país y, luego de cuestionar a los legisladores por haber dado entrada a una iniciativa ciudadana en un tema que no es de su competencia, explicó que muy pocos se habían tragado el cuento que dio el Gobierno Federal cuando se supo que la iniciativa de la Reforma Educativa no ratificaba el concepto de autonomía en las universidades, “en esa ocasión y ante este tema u omisión tan importante se nos dijo que todo había sido un ‘error de dedo’, pero la verdad es que muy pocos se lo terminaron creyendo porque es algo que no puede pasarse por alto con tanta facilidad”, recalcó.

De las muchas posturas que desató este tan llevado y traído tema destaca por razones obvias la del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis González Pérez, quien se pronunció a favor de respetar la autonomía de todas las universidades y en específico habló de la UABCS y de la Autónoma del Estado de México, al señalar que se necesita un compromiso que dé vigencia a la ley y a los derechos humanos, el cual habrá de consolidar la imagen del país tanto al interior como al exterior.

Mencionó que estas instituciones son un entorno para la reflexión y el entendimiento plural, con cualidades de tolerancia y el total respeto a las personas e ideas, y remató diciendo que la autonomía es sinónimo de la libre autodeterminación de los universitarios –ojo, de los universitarios-, quienes deben decidir el rumbo de su institución tanto en la forma de gobierno como en la designación de sus autoridades y en los contenidos académicos.

La lista de quienes hablaron al respecto es larga y aunque podríamos seguir exponiendo posturas supongo que con éstas es suficiente para mostrar con toda claridad el rechazo que recibió la iniciativa y, también, lo equivocado que está el diputado Esteban Ojeda Ramírez, quien dijo que el rector se estaba “ahogando en un vasito de agua”, frase que usó para tratar de minimizar el asunto y hacernos creer que el hecho no era tan grave, pero su perspectiva es más que errónea, ya que para muchos ciudadanos de los distintos sectores que integran nuestra sociedad el tema de la UABCS ni es ni un vasito, ni tiene poquita agua.

También trató de desmarcarse del asunto negando estar detrás de la iniciativa, pero para su mala suerte los resultados que logró fueron muy flacos ya que la opinión pública insiste en ubicarlo a él como una pieza clave en este movimiento y asumen que, junto con otros personajes que ocultan su rostro, quieren desestabilizar a la UABCS en tiempos de cambio de rector para poder poner a una persona que sea afín a ellos. Incluso algunos aseguran en la uni se estaba reclutando a alumnos y maestros, algo así como 200 personas, para formar un frente que defendiera el avance de la iniciativa ante el eventual rechazo que tuviera de parte de la comunidad estudiantil.

Finalmente la iniciativa, que fue presentada por el maestro jubilado Manuel Luis Rodríguez Rodríguez y el alumno Juan Adrián Trasviña Ramírez, terminó siendo retirada por petición del primero de ellos, quien dijo que había tomado esta decisión por el curso que habían tomado los acontecimientos y porque no se quería vulnerar la autonomía de la universidad.

Desde la Redacción

El tema ha sido cuestionado ampliamente por diversos motivos y quienes han hablado al respecto coinciden en que no se debe violar la autonomía universitaria, pero también en que detrás de esto hay algo que huele muy mal

La intentona de crear una nueva ley orgánica para la UABCS generó un sinnúmero de expresiones y comentarios, prácticamente todas y todos en contra y, con este nuevo capítulo, los que salieron más raspados fueron otra vez nuestros legisladores, ya que esta vez, para los ojos de los ciudadanos, brillaron pero no por su falta de unidad y capacidad legislativa sino por el pleno desconocimiento de las reglas que existen y rigen la recepción de iniciativas ciudadanas.

Varios ya les dijeron públicamente a los legisladores que esta iniciativa, la cual sido catalogada y considerada como oscura, malintencionada y desestabilizadora, debió haber sido desechada desde su principio por no cumplir con el principio básico de que, al tratarse de una reforma de ley, ésta debería corresponder a un concepto de generalidad y no de particularidad, sin embargo hay quienes han ido más allá y consideran que todo este asunto obedece a la intención que existe por tener el control absoluto de la universidad y también el de las demás universidades de todo el país.

El gobernador Carlos Mendoza Davis dijo que la autonomía universitaria es intocable y a través de sus redes sociales aseguró que no avalará ningún intento que vulnere su independencia, ya que las decisiones que se tomen sobre su vida deben darse exclusivamente por la propia comunidad universitaria.

El titular de la Coparmex, Fabricio González Rodríguez, también expresó su desacuerdo y dijo que para él detrás de esta iniciativa había intereses alternos, ya sean de carácter político y de grupo, los cuales están buscando intervenir en la próxima elección del rector, ya que se pretendía intervenir en la forma de gobierno que actualmente existe.

Agustín Olachea Nogueda, titular de la Asociación de Empresas Hoteleras y Turísticas de La Paz, dijo también que las decisiones que se relacionen con el rumbo de la universidad deben darse únicamente por los universitarios y criticó que se dé lugar a intervenciones externas.

Dos exmandatarios hablaron también al respecto, el primero de ellos fue Leonel Cota Montaño, actual subsecretario de Planeación, Información y Protección Civil de la Segob, quien la calificó como una ocurrencia y añadió que dos personas o un diputado no pueden suplantar a la comunidad universitaria, y también dijo que ésta estaba marcada por intereses de grupo y que si en verdad se quería hacer algo por la universidad que se convocara a la comunidad para dar a conocer una propuesta verdadera.

Posteriormente, el exgobernador Guillermo Mercado Romero dijo que al parecer existe el interés de acabar con la autonomía en las universidades de todo el país y, luego de cuestionar a los legisladores por haber dado entrada a una iniciativa ciudadana en un tema que no es de su competencia, explicó que muy pocos se habían tragado el cuento que dio el Gobierno Federal cuando se supo que la iniciativa de la Reforma Educativa no ratificaba el concepto de autonomía en las universidades, “en esa ocasión y ante este tema u omisión tan importante se nos dijo que todo había sido un ‘error de dedo’, pero la verdad es que muy pocos se lo terminaron creyendo porque es algo que no puede pasarse por alto con tanta facilidad”, recalcó.

De las muchas posturas que desató este tan llevado y traído tema destaca por razones obvias la del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis González Pérez, quien se pronunció a favor de respetar la autonomía de todas las universidades y en específico habló de la UABCS y de la Autónoma del Estado de México, al señalar que se necesita un compromiso que dé vigencia a la ley y a los derechos humanos, el cual habrá de consolidar la imagen del país tanto al interior como al exterior.

Mencionó que estas instituciones son un entorno para la reflexión y el entendimiento plural, con cualidades de tolerancia y el total respeto a las personas e ideas, y remató diciendo que la autonomía es sinónimo de la libre autodeterminación de los universitarios –ojo, de los universitarios-, quienes deben decidir el rumbo de su institución tanto en la forma de gobierno como en la designación de sus autoridades y en los contenidos académicos.

La lista de quienes hablaron al respecto es larga y aunque podríamos seguir exponiendo posturas supongo que con éstas es suficiente para mostrar con toda claridad el rechazo que recibió la iniciativa y, también, lo equivocado que está el diputado Esteban Ojeda Ramírez, quien dijo que el rector se estaba “ahogando en un vasito de agua”, frase que usó para tratar de minimizar el asunto y hacernos creer que el hecho no era tan grave, pero su perspectiva es más que errónea, ya que para muchos ciudadanos de los distintos sectores que integran nuestra sociedad el tema de la UABCS ni es ni un vasito, ni tiene poquita agua.

También trató de desmarcarse del asunto negando estar detrás de la iniciativa, pero para su mala suerte los resultados que logró fueron muy flacos ya que la opinión pública insiste en ubicarlo a él como una pieza clave en este movimiento y asumen que, junto con otros personajes que ocultan su rostro, quieren desestabilizar a la UABCS en tiempos de cambio de rector para poder poner a una persona que sea afín a ellos. Incluso algunos aseguran en la uni se estaba reclutando a alumnos y maestros, algo así como 200 personas, para formar un frente que defendiera el avance de la iniciativa ante el eventual rechazo que tuviera de parte de la comunidad estudiantil.

Finalmente la iniciativa, que fue presentada por el maestro jubilado Manuel Luis Rodríguez Rodríguez y el alumno Juan Adrián Trasviña Ramírez, terminó siendo retirada por petición del primero de ellos, quien dijo que había tomado esta decisión por el curso que habían tomado los acontecimientos y porque no se quería vulnerar la autonomía de la universidad.