/ miércoles 21 de julio de 2021

“La cargada” en la elección presidencial

Una característica que permeó años atrás, de 1929 al año 2000, fue la elección del candidato a la presidencia de la república. En ese largo período los presidentes en turno elegían a su sucesor apoyándose en el partido hegemónico el PNR, después en el PRM y por último en el PRI.

De esa forma y por el clásico “dedazo” salieron electos Pascual Ortiz Rubio, Lázaro Cárdenas, Manuel Ávila Camacho, Adolfo Ruiz Cortínez, Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo.

A partir del año dos mil, con la participación de otros partidos como el PAN y el PRD, la preeminencia del presidente disminuyó, y aunque todavía intervino en la selección del sucesor, la decisión no tuvo la suficiente fuerza política para lograr el triunfo en las elecciones.

La oposición cambió el panorama político de México. El PAN obtuvo la presidencia en los dos sexenios siguientes con Vicente Fox y Felipe Calderón. En el 2012 el PRI volvió al poder con Enrique Peña Nieto. Ahora, bajo la presidencia de López Obrador, fundador y dueño del partido Morena las cosas vuelven a ser como antes, es decir, ha divulgado los nombres de los funcionarios que pueden aspirar a sucederlo después que termine su mandato en el 2024.

Pero ahora, por las señales emitidas, el presidente tiene preferencia por Claudia Sheinbaum, la jefa de la Ciudad de México y por Marcelo Ebrard, el Secretario de Relaciones Exteriores. Muy al contrario de la forma como se seleccionaba el candidato en los tiempos del PRI.

Durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz buscaron la oportunidad Emilio Martínez Manautou, Secretario de la presidencia; Antonio Ortiz Mena, Secretario de Hacienda; Alfonso Corona del Rosal, Jefe del Departamento del Distrito Federal y Luis Echeverría Álvarez, Secretario de Gobernación. El 20 de octubre de 1969, el entonces presidente del PRI, Alfonso Martínez Domínguez escuchó la decisión presidencial: “Nos vamos con don Luis, porque tiene talento, corazón y valentía” Y la maquinaria se echó a andar.

Un caso más sucedió en el período de gobierno de Miguel de la Madrid. Los funcionarios que sonaban eran Jesús Silva Herzog, Secretario de Hacienda; Alfredo del Mazo, Secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal; Manuel Bartlet Díaz, Secretario de Gobernación; Carlos Salinas de Gortari, de Programación y Presupuesto; Miguel González Avelar, de la SEP; Sergio García Ramírez, Procurador General de la República y Ramón Aguirre Velázquez, Jefe del Departamento del Distrito Federal.

Los medios de comunicación y los grupos de apoyo de los pretensos originaron una serie de confusiones, pues primero dieron por seguro a Alfredo del Mazo, pero luego aseguraron que el bueno sería García Ramírez, Al final, el presidente de la Madrid escuchó la opinión de Fidel Velázquez, líder de la CTM: “Señor Presidente, los trabajadores de México estamos conscientes de la capacidad del licenciado Bartlet y también sentimos que el licenciado Salinas de Gortari es un excepcional mexicano y muy capaz en las cuestiones de política económica…

Hizo una pausa e intentó proseguir, pero el presidente lo interrumpió: “Gracias don Fidel, me es grato coincidir con ustedes de que el licenciado Salinas es el mejor preparado para enfrentar los difíciles retos del próximo sexenio”, Y allá, en la sede del PRI, Jorge de la Vega Domínguez daba la noticia a los cientos de militantes reunidos: “Nuestro partido y los sectores campesino, obrero y popular han decidido designar como su candidato a la presidencia de la república al licenciado Carlos Salinas de Gortari”. No era la noticia esperada, pues todos creían que el elegido sería García Ramírez.

El 6 de julio 1988 se llevaron a cabo las elecciones y los oponentes de Salinas fueron Cuauhtémoc Cárdenas del Frente Democrático Nacional, Manuel J. Clouthier del PAN y Rosario Ibarra del PRT. Los resultados fueron muy discutidos, ya que luego del triunfo de Salinas, acusaron al gobierno de fraude con el famoso “se cayó el sistema”. Y el principal acusado fue el Secretario de Gobernación, Manuel Bartlet Díaz.

Volviendo el tema de los destapados por el presidente López Obrador, los analistas políticos aseguran que es un nuevo distractor a propósito a fin de olvidar los graves problemas de inseguridad que vive nuestro país, y la ocupación de varias regiones a manos de los cárteles. Para eso están sirviendo las “corcholatas”.

Una característica que permeó años atrás, de 1929 al año 2000, fue la elección del candidato a la presidencia de la república. En ese largo período los presidentes en turno elegían a su sucesor apoyándose en el partido hegemónico el PNR, después en el PRM y por último en el PRI.

De esa forma y por el clásico “dedazo” salieron electos Pascual Ortiz Rubio, Lázaro Cárdenas, Manuel Ávila Camacho, Adolfo Ruiz Cortínez, Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo.

A partir del año dos mil, con la participación de otros partidos como el PAN y el PRD, la preeminencia del presidente disminuyó, y aunque todavía intervino en la selección del sucesor, la decisión no tuvo la suficiente fuerza política para lograr el triunfo en las elecciones.

La oposición cambió el panorama político de México. El PAN obtuvo la presidencia en los dos sexenios siguientes con Vicente Fox y Felipe Calderón. En el 2012 el PRI volvió al poder con Enrique Peña Nieto. Ahora, bajo la presidencia de López Obrador, fundador y dueño del partido Morena las cosas vuelven a ser como antes, es decir, ha divulgado los nombres de los funcionarios que pueden aspirar a sucederlo después que termine su mandato en el 2024.

Pero ahora, por las señales emitidas, el presidente tiene preferencia por Claudia Sheinbaum, la jefa de la Ciudad de México y por Marcelo Ebrard, el Secretario de Relaciones Exteriores. Muy al contrario de la forma como se seleccionaba el candidato en los tiempos del PRI.

Durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz buscaron la oportunidad Emilio Martínez Manautou, Secretario de la presidencia; Antonio Ortiz Mena, Secretario de Hacienda; Alfonso Corona del Rosal, Jefe del Departamento del Distrito Federal y Luis Echeverría Álvarez, Secretario de Gobernación. El 20 de octubre de 1969, el entonces presidente del PRI, Alfonso Martínez Domínguez escuchó la decisión presidencial: “Nos vamos con don Luis, porque tiene talento, corazón y valentía” Y la maquinaria se echó a andar.

Un caso más sucedió en el período de gobierno de Miguel de la Madrid. Los funcionarios que sonaban eran Jesús Silva Herzog, Secretario de Hacienda; Alfredo del Mazo, Secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal; Manuel Bartlet Díaz, Secretario de Gobernación; Carlos Salinas de Gortari, de Programación y Presupuesto; Miguel González Avelar, de la SEP; Sergio García Ramírez, Procurador General de la República y Ramón Aguirre Velázquez, Jefe del Departamento del Distrito Federal.

Los medios de comunicación y los grupos de apoyo de los pretensos originaron una serie de confusiones, pues primero dieron por seguro a Alfredo del Mazo, pero luego aseguraron que el bueno sería García Ramírez, Al final, el presidente de la Madrid escuchó la opinión de Fidel Velázquez, líder de la CTM: “Señor Presidente, los trabajadores de México estamos conscientes de la capacidad del licenciado Bartlet y también sentimos que el licenciado Salinas de Gortari es un excepcional mexicano y muy capaz en las cuestiones de política económica…

Hizo una pausa e intentó proseguir, pero el presidente lo interrumpió: “Gracias don Fidel, me es grato coincidir con ustedes de que el licenciado Salinas es el mejor preparado para enfrentar los difíciles retos del próximo sexenio”, Y allá, en la sede del PRI, Jorge de la Vega Domínguez daba la noticia a los cientos de militantes reunidos: “Nuestro partido y los sectores campesino, obrero y popular han decidido designar como su candidato a la presidencia de la república al licenciado Carlos Salinas de Gortari”. No era la noticia esperada, pues todos creían que el elegido sería García Ramírez.

El 6 de julio 1988 se llevaron a cabo las elecciones y los oponentes de Salinas fueron Cuauhtémoc Cárdenas del Frente Democrático Nacional, Manuel J. Clouthier del PAN y Rosario Ibarra del PRT. Los resultados fueron muy discutidos, ya que luego del triunfo de Salinas, acusaron al gobierno de fraude con el famoso “se cayó el sistema”. Y el principal acusado fue el Secretario de Gobernación, Manuel Bartlet Díaz.

Volviendo el tema de los destapados por el presidente López Obrador, los analistas políticos aseguran que es un nuevo distractor a propósito a fin de olvidar los graves problemas de inseguridad que vive nuestro país, y la ocupación de varias regiones a manos de los cárteles. Para eso están sirviendo las “corcholatas”.

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