/ viernes 21 de febrero de 2020

Geoespacial

La Peralta

El mapa del mundo exigía el uso de toda la gama variopinta de mi caja de colores de madera. Tracé con empeño, como millones de infantes por generaciones escolares, los contornos de los continentes y subdividí las tierras copiando los límites políticos que exponían los deformes mapamundis: los países ricos en la parte superior, el continente africano del tamaño de Groenlandia, Australia con la extensión de la península arábiga… así la visión del mundo de miles de kilómetros en una proyección cilíndrica, con el norte en la parte superior,de extensiones emergidas y masas marinas configuradas en un rectángulo.

El conocimiento de las formas que definen a nuestro planeta y sus perfiles físicos se ha afinado aceleradamente en las décadas recientes, acercándose/nos a la realidad geográfica, con la continua mejora de la tecnología aplicada a la cartografía. Así, los mapas históricos de la California de los primeros expedicionarios son sumamente diferentes a las imágenes que hoy conocemos de nuestra península.

Me admito una enamorada de esta ciencia y observo la revolución en el estudio del entorno geoespacial para sufragar las más diversas necesidades, trasladándose de un manejo de alta especialización, a ser accesible a las personas neófitas en estas materias mediante el acceso a software, capacitación en línea, material cartográfico digital y también con aplicaciones de uso gratuito y público.

Vivimos tiempos fascinantes. Los acervos geográficos están disponibles para todo aquel que quiera adentrarse, lo cual ha sido posible por la conciencia mundial de abrir la información para hacerla pública, una verdadera revolución, el open source: los datos abiertos.

México se ha integrado a esta tendencia. Muchas instancias públicas (CONABIO, INEGI, INE, SEMARNAT, CONANP, entre otras), así como el portal del gobierno federal, han puesto a disposición el amplio acervo digital de información geográfica en formato shape (datos.gob.mx). Nunca antes se había podido tener acceso y más aún, poderlos visualizar, procesar y sacarles provecho.

Si usted que me lee se maravilla con la posibilidad de ver la ruta del UBER en su celular y darle seguimiento, o bien su auto tiene un GPS que le guía en una ciudad desconocida, o ha usado Google Earth para tener una vista desde arriba de esta ciudad u otro rasgo orográfico, déjeme decirle que eso es hacer uso de herramientas geoespaciales. Actualmente hay muchas en línea para descarga o de uso en línea para generar mapas, usando los archivos ya generados por organismos públicos y de diversos temas.

Y si hay tanta disponibilidad de información y las herramientas para explotarla, me parece que solo es necesaria la voluntad para utilizarlas en beneficio de las sociedades.

Precisamente con la tecnología disponible, María Salguero, una geofísica del Instituto Politécnico Nacional y activista mexicana, ha creado un mapa interactivo del feminicidio en el territorio nacional. Durante dos años y medio, ha ido georreferenciando o dicho de otra manera, punteando en la cartografía del país, cada feminicidio que se da a conocer por diversas fuentes (www.milenio.com/mileniotv), utilizando mapas interactivos en Google (El Economista. 23/07/2018).

Como racimos de colores, su mapa se colorea con la localización de estos lacerantes crímenes de género que diariamente actualiza, pero va más allá. A cada punto le agrega aspectos como las edades, la relación con el feminicida, hijos en orfandad, patrones, motivación y otros aspectos ligados a la víctima (feminicidiosmx.crowdmap.com). Ella ha logrado generarlo y alimentarlo. Sí, voluntad.

Eytale!

Los alcances del uso de la tecnología para ubicar cualquier lugar aún no tienen límites y que las exitosas Rappi y Ubereats están explotando en este nicho de mercado. Y entonces, surge Ubihate, una app para la población amante de este bocadillo callejero que proporciona los puntos de venta ubicándolos en la cartografía de la ciudad de La Paz (Metropoli.19/02/2020). Aunque aún tiene detalles técnicos, la idea me parece geoespacialmente genial.

Comunicóloga, fotógrafa, diseñadora y sibarita. iliana.peralta@gmail.com. En Twitter @LA_PERALTA La Tandariola también se escucha. Disponible en podcast en Ivoox.

La Peralta

El mapa del mundo exigía el uso de toda la gama variopinta de mi caja de colores de madera. Tracé con empeño, como millones de infantes por generaciones escolares, los contornos de los continentes y subdividí las tierras copiando los límites políticos que exponían los deformes mapamundis: los países ricos en la parte superior, el continente africano del tamaño de Groenlandia, Australia con la extensión de la península arábiga… así la visión del mundo de miles de kilómetros en una proyección cilíndrica, con el norte en la parte superior,de extensiones emergidas y masas marinas configuradas en un rectángulo.

El conocimiento de las formas que definen a nuestro planeta y sus perfiles físicos se ha afinado aceleradamente en las décadas recientes, acercándose/nos a la realidad geográfica, con la continua mejora de la tecnología aplicada a la cartografía. Así, los mapas históricos de la California de los primeros expedicionarios son sumamente diferentes a las imágenes que hoy conocemos de nuestra península.

Me admito una enamorada de esta ciencia y observo la revolución en el estudio del entorno geoespacial para sufragar las más diversas necesidades, trasladándose de un manejo de alta especialización, a ser accesible a las personas neófitas en estas materias mediante el acceso a software, capacitación en línea, material cartográfico digital y también con aplicaciones de uso gratuito y público.

Vivimos tiempos fascinantes. Los acervos geográficos están disponibles para todo aquel que quiera adentrarse, lo cual ha sido posible por la conciencia mundial de abrir la información para hacerla pública, una verdadera revolución, el open source: los datos abiertos.

México se ha integrado a esta tendencia. Muchas instancias públicas (CONABIO, INEGI, INE, SEMARNAT, CONANP, entre otras), así como el portal del gobierno federal, han puesto a disposición el amplio acervo digital de información geográfica en formato shape (datos.gob.mx). Nunca antes se había podido tener acceso y más aún, poderlos visualizar, procesar y sacarles provecho.

Si usted que me lee se maravilla con la posibilidad de ver la ruta del UBER en su celular y darle seguimiento, o bien su auto tiene un GPS que le guía en una ciudad desconocida, o ha usado Google Earth para tener una vista desde arriba de esta ciudad u otro rasgo orográfico, déjeme decirle que eso es hacer uso de herramientas geoespaciales. Actualmente hay muchas en línea para descarga o de uso en línea para generar mapas, usando los archivos ya generados por organismos públicos y de diversos temas.

Y si hay tanta disponibilidad de información y las herramientas para explotarla, me parece que solo es necesaria la voluntad para utilizarlas en beneficio de las sociedades.

Precisamente con la tecnología disponible, María Salguero, una geofísica del Instituto Politécnico Nacional y activista mexicana, ha creado un mapa interactivo del feminicidio en el territorio nacional. Durante dos años y medio, ha ido georreferenciando o dicho de otra manera, punteando en la cartografía del país, cada feminicidio que se da a conocer por diversas fuentes (www.milenio.com/mileniotv), utilizando mapas interactivos en Google (El Economista. 23/07/2018).

Como racimos de colores, su mapa se colorea con la localización de estos lacerantes crímenes de género que diariamente actualiza, pero va más allá. A cada punto le agrega aspectos como las edades, la relación con el feminicida, hijos en orfandad, patrones, motivación y otros aspectos ligados a la víctima (feminicidiosmx.crowdmap.com). Ella ha logrado generarlo y alimentarlo. Sí, voluntad.

Eytale!

Los alcances del uso de la tecnología para ubicar cualquier lugar aún no tienen límites y que las exitosas Rappi y Ubereats están explotando en este nicho de mercado. Y entonces, surge Ubihate, una app para la población amante de este bocadillo callejero que proporciona los puntos de venta ubicándolos en la cartografía de la ciudad de La Paz (Metropoli.19/02/2020). Aunque aún tiene detalles técnicos, la idea me parece geoespacialmente genial.

Comunicóloga, fotógrafa, diseñadora y sibarita. iliana.peralta@gmail.com. En Twitter @LA_PERALTA La Tandariola también se escucha. Disponible en podcast en Ivoox.

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