/ jueves 8 de abril de 2021

Fuera de Agenda | ¿Terroristas en Mexicali?

Calexico es una de las ciudades fronterizas en el Valle Imperial californiano que pocas veces es noticia en México. Su cercanía con Mexicali la convierte en uno de los puntos de entrada a Estados Unidos más activos en la región noroeste solo después de Tijuana.

Un suceso registrado hace unos días, al margen de la crisis migratoria, actualizó la preocupación por la falla sistémica en los servicios de inteligencia de México los que prácticamente son inexistentes para casos de gran envergadura sin la ayuda estadounidense.

Lo ilustra lo sucedido con intervalos de pocas semanas en los últimos seis meses. A finales de enero un ciudadano de origen yemení que aparecía en la lista de vigilancia terrorista del FBI, fue arrestado a unos kilómetros de la frontera en la zona de Calexico. En marzo pasado otro caso de un migrante nacido en Yemen detenido a pocos metros de la aduana, activó las alertas porque su perfil coincidía con los de un individuo boletinado por el FBI.

¿Cómo llegaron dos yemeníes a Mexicali para internarse a territorio estadounidense?

Yemen es un país al sur de la península arábiga que desde los atentados terroristas del 2001 ha estado en monitoreo permanente por las agencias de inteligencia de Estados Unidos por la participación de ciudadanos de aquel país en los ataques. La preocupación por lo que sucede en este lugar creció a raíz del conflicto armado que se desató en 2011 con una guerra civil que ha dejado la mayor crisis humanitaria de la actualidad, según los informes de la ONU y organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), reportó desde octubre pasado otros casos de ciudadanos de origen yemení, iraní y turco, que han sido detenidos entrando a territorio estadounidense vía terrestre por México. Son al menos cuatro casos de personas que aparecen en la lista de vigilancia terrorista del FBI.

En lo que va del año la crisis migratoria se ha centrado en registrar la gran cantidad de menores de edad que han sido retenidos en la frontera norte y en suelo estadounidense. También se han documentado cientos de historias detrás de cada persona que huye de las guerras criminales en Honduras, Guatemala y El Salvador.

El despliegue del Ejército y la Guardia Nacional en la frontera sur, y en puestos de control en las principales vías que conducen a la frontera norte, ha servido para contener a los numerosos grupos que han intentado en los últimos meses ingresar al país y llegar a los Estados Unidos.

Sin embargo la inteligencia civil y militar poco ha podido hacer para desactivar los potenciales riesgos que las riadas migratorias implican. El general retirado Audomaro Martínez Zapata, director del Centro Nacional Inteligencia (CNI), es el prototipo de la burocracia que acompaña al actual gobierno. Amigo del presidente, poca preparación en los temas que maneja, con problemas de salud y muy mal informado.

A finales del 2018 con su llegada al frente del CNI, que sustituyó al CISEN, culminó una etapa en los servicios de inteligencia civil. Especialistas aseguran que antes no era tan evidente la porosidad para al ingreso al país de posibles miembros de redes terroristas internacionales.

@velediaz424

Calexico es una de las ciudades fronterizas en el Valle Imperial californiano que pocas veces es noticia en México. Su cercanía con Mexicali la convierte en uno de los puntos de entrada a Estados Unidos más activos en la región noroeste solo después de Tijuana.

Un suceso registrado hace unos días, al margen de la crisis migratoria, actualizó la preocupación por la falla sistémica en los servicios de inteligencia de México los que prácticamente son inexistentes para casos de gran envergadura sin la ayuda estadounidense.

Lo ilustra lo sucedido con intervalos de pocas semanas en los últimos seis meses. A finales de enero un ciudadano de origen yemení que aparecía en la lista de vigilancia terrorista del FBI, fue arrestado a unos kilómetros de la frontera en la zona de Calexico. En marzo pasado otro caso de un migrante nacido en Yemen detenido a pocos metros de la aduana, activó las alertas porque su perfil coincidía con los de un individuo boletinado por el FBI.

¿Cómo llegaron dos yemeníes a Mexicali para internarse a territorio estadounidense?

Yemen es un país al sur de la península arábiga que desde los atentados terroristas del 2001 ha estado en monitoreo permanente por las agencias de inteligencia de Estados Unidos por la participación de ciudadanos de aquel país en los ataques. La preocupación por lo que sucede en este lugar creció a raíz del conflicto armado que se desató en 2011 con una guerra civil que ha dejado la mayor crisis humanitaria de la actualidad, según los informes de la ONU y organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), reportó desde octubre pasado otros casos de ciudadanos de origen yemení, iraní y turco, que han sido detenidos entrando a territorio estadounidense vía terrestre por México. Son al menos cuatro casos de personas que aparecen en la lista de vigilancia terrorista del FBI.

En lo que va del año la crisis migratoria se ha centrado en registrar la gran cantidad de menores de edad que han sido retenidos en la frontera norte y en suelo estadounidense. También se han documentado cientos de historias detrás de cada persona que huye de las guerras criminales en Honduras, Guatemala y El Salvador.

El despliegue del Ejército y la Guardia Nacional en la frontera sur, y en puestos de control en las principales vías que conducen a la frontera norte, ha servido para contener a los numerosos grupos que han intentado en los últimos meses ingresar al país y llegar a los Estados Unidos.

Sin embargo la inteligencia civil y militar poco ha podido hacer para desactivar los potenciales riesgos que las riadas migratorias implican. El general retirado Audomaro Martínez Zapata, director del Centro Nacional Inteligencia (CNI), es el prototipo de la burocracia que acompaña al actual gobierno. Amigo del presidente, poca preparación en los temas que maneja, con problemas de salud y muy mal informado.

A finales del 2018 con su llegada al frente del CNI, que sustituyó al CISEN, culminó una etapa en los servicios de inteligencia civil. Especialistas aseguran que antes no era tan evidente la porosidad para al ingreso al país de posibles miembros de redes terroristas internacionales.

@velediaz424