/ jueves 9 de septiembre de 2021

Fuera de Agenda | La “reorientación” de las fuerzas armadas

Las oficinas del Sistema de Administración Tributaria (SAT) en el país fueron las que mayor despliegue militar tuvieron en el último año, entre septiembre del 2020 al 30 de junio del 2021 fueron destinados mil 139 efectivos para vigilar sus 44 edificios. Que las sedes de recaudación fiscal fueron consideradas este sexenio como “instalaciones estratégicas”, algo tendrá que ver que se haya roto el récord de recaudación y los sistemas de información estén considerados “delicados”, y su funcionamiento sea vital para la buena marcha del gobierno.

El número de efectivos destinados a custodiar al SAT equivale a dos regimientos, cada uno compuesto por poco más de 500 soldados, y comparativamente fueron más vigiladas que las 56 instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), donde se destinaron 896 soldados.

De acuerdo a los anexos del tercer informe de gobierno –sin contar las 13 tareas que el Ejército realiza como construcción de obras, apoyo a programas sociales, aduanas, capacitación policiaca entre otras—la secretaría de la Defensa Nacional destinó dos mil 465 efectivos para vigilar 130 instalaciones estratégicas, de las cuales 56 fueron de la CFE y 44 del SAT. Ambas dependencias concentraron el mayor despliegue de efectivos del Ejército, muy por arriba de la Comisión Nacional del Agua donde 100 militares fueron desplegados en cinco de sus instalaciones, mientras que en el Centro Nacional de Control del Gas, ocho de sus plantas fueron vigiladas por 72 soldados.

Entre febrero y octubre del año pasado, en coordinación con la Conagua, la Sedena proporcionó seguridad con 787 elementos a cinco presas del cauce del río Conchos en Chihuahua, donde estalló un conflicto social por los derechos de extracción de los embalses.

La Marina mantuvo un despliegue operativo permanente en este lapso en 56 empresas paraestatales de las cuales 44 pertenecen a Pemex, 11 a la CFE y una a la Compañía de Nitrógeno de Cantarell.

El recuento de labores en este apartado lleva por título “Repensar la seguridad nacional y reorientación de las Fuerzas Armadas”, donde el registro de las actividades realizadas están aderezadas con la retórica presidencial presente cada mañana en palacio.

Dentro del ámbito de defensa y seguridad nacional lo que más resalta es que en septiembre del año pasado militares mexicanos participaron en distintas operaciones de paz en misiones de las Naciones Unidas, como el Referéndum del Sáhara Occidental, en Mali, en Colombia y en República Centroafricana.

La clave en los anexos asoma como hoja de ruta para las operaciones de defensa común entre México y Estados Unidos. Más allá del discurso presidencial que solo distingue entre blanco y negro, lo sucedido en octubre pasado en la junta de Interoperabilidad de Mando y Control, donde participaron los titulares de Sedena, Marina y el jefe del Comando Norte estadounindese, es que se establecieron las bases de cooperación bilateral sobre operaciones comunes en ciberseguridad, seguridad en las comunicaciones e intercambio de información/sistemas de enlace de datos tácticos. Por ahí asoma la otra “reorientación” de las fuerzas armadas, la ciberdefensa conjunta como uno de los retos del futuro inmediato.

@velediaz424

Las oficinas del Sistema de Administración Tributaria (SAT) en el país fueron las que mayor despliegue militar tuvieron en el último año, entre septiembre del 2020 al 30 de junio del 2021 fueron destinados mil 139 efectivos para vigilar sus 44 edificios. Que las sedes de recaudación fiscal fueron consideradas este sexenio como “instalaciones estratégicas”, algo tendrá que ver que se haya roto el récord de recaudación y los sistemas de información estén considerados “delicados”, y su funcionamiento sea vital para la buena marcha del gobierno.

El número de efectivos destinados a custodiar al SAT equivale a dos regimientos, cada uno compuesto por poco más de 500 soldados, y comparativamente fueron más vigiladas que las 56 instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), donde se destinaron 896 soldados.

De acuerdo a los anexos del tercer informe de gobierno –sin contar las 13 tareas que el Ejército realiza como construcción de obras, apoyo a programas sociales, aduanas, capacitación policiaca entre otras—la secretaría de la Defensa Nacional destinó dos mil 465 efectivos para vigilar 130 instalaciones estratégicas, de las cuales 56 fueron de la CFE y 44 del SAT. Ambas dependencias concentraron el mayor despliegue de efectivos del Ejército, muy por arriba de la Comisión Nacional del Agua donde 100 militares fueron desplegados en cinco de sus instalaciones, mientras que en el Centro Nacional de Control del Gas, ocho de sus plantas fueron vigiladas por 72 soldados.

Entre febrero y octubre del año pasado, en coordinación con la Conagua, la Sedena proporcionó seguridad con 787 elementos a cinco presas del cauce del río Conchos en Chihuahua, donde estalló un conflicto social por los derechos de extracción de los embalses.

La Marina mantuvo un despliegue operativo permanente en este lapso en 56 empresas paraestatales de las cuales 44 pertenecen a Pemex, 11 a la CFE y una a la Compañía de Nitrógeno de Cantarell.

El recuento de labores en este apartado lleva por título “Repensar la seguridad nacional y reorientación de las Fuerzas Armadas”, donde el registro de las actividades realizadas están aderezadas con la retórica presidencial presente cada mañana en palacio.

Dentro del ámbito de defensa y seguridad nacional lo que más resalta es que en septiembre del año pasado militares mexicanos participaron en distintas operaciones de paz en misiones de las Naciones Unidas, como el Referéndum del Sáhara Occidental, en Mali, en Colombia y en República Centroafricana.

La clave en los anexos asoma como hoja de ruta para las operaciones de defensa común entre México y Estados Unidos. Más allá del discurso presidencial que solo distingue entre blanco y negro, lo sucedido en octubre pasado en la junta de Interoperabilidad de Mando y Control, donde participaron los titulares de Sedena, Marina y el jefe del Comando Norte estadounindese, es que se establecieron las bases de cooperación bilateral sobre operaciones comunes en ciberseguridad, seguridad en las comunicaciones e intercambio de información/sistemas de enlace de datos tácticos. Por ahí asoma la otra “reorientación” de las fuerzas armadas, la ciberdefensa conjunta como uno de los retos del futuro inmediato.

@velediaz424