/ jueves 4 de junio de 2020

Fuera de Agenda | Corruptos en la Guardia Nacional

La semana pasada se cumplió un mes de que fue creada la Unidad de Apoyo al Comandante de la Guardia Nacional, llamada también dirección general de servicios especiales. Desde aquel 29 de abril cuando el coronel Sergio López Sánchez fue nombrado al frente de esta área, comenzó a citar a sus subordinados a reuniones donde se esperaba diera a conocer las nuevas directrices.

Para algunos fue una sorpresa, para otros fue la confirmación de que lo peor que tuvo la hoy extinta Policía Federal en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, estaba de regreso. Las reuniones fueron en el stand de tiro de la Guardia Nacional, a donde llegaron por separado los jefes de los distintos agrupamientos entre los que están Operaciones Especiales, Protección Civil, Patrimonio Cultural, Protección Ambiental, Fuerzas de Contención, Seguridad e Instalaciones, entre otros.

De acuerdo a varios testigos, de a uno por uno les pidió 50 mil pesos para mantenerlos en sus cargos, la mayoría no aceptó pues sabían que sus posiciones estaban sometidas a revisión.

El “cobro de cuota” era algo que hizo célebre a López Sánchez cuando estuvo en otro momento en la Policía Federal en Chilpancingo. Su designación en la Guardia Nacional, forma parte del “regreso” de algunos militares que tuvieron puestos hace varios años y que por acusaciones de corrupción fueron separados o estaban sin comisión.

López Sánchez quien causó baja del Ejército hace más de 13 años como teniente coronel y que para efectos de retiro se le dio el grado de coronel, tiene varias carpetas abiertas por abuso de autoridad y está acusado de acoso. Una de sus primeras asignaciones en la Policía Federal en el año 2007 fue en la división de Fuerzas Federales donde lo “banquearon” por acusaciones de corrupción, estuvo en varias áreas donde nunca sobresalió hasta que recaló en la división de seguridad regional. Estuvo asignado a un aeropuerto, después pasó a supervisión de ductos donde coincidió con el comisario Gabriel Hernández, otro militar retirado cercano al general Inocente Prado López, actual titular del consejo de carrera de la Guardia Nacional.

El visto bueno del general Prado ayudó para que el coronel López Sánchez fuera “rehabilitado” junto a otros elementos que tienen acusaciones de corrupción o de violaciones a los derechos humanos, como el caso de Noél Castillejos Cabrera, un oficial que perteneció a las fuerzas especiales del Ejército en la quinta región militar donde en 1998 se le vinculó a la desaparición y muerte de un civil. A este militar se le conocía en la PF como “el bueno del huachicol”, ya que “saqueaba el combustible de las tarjetas institucionales”, lo que ameritó una investigación en el Órgano Interno de Control.

En las últimas semanas han circulado documentos y testimonios de elementos de la Guardia Nacional, donde cuestionan que el general Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional, permita “el regreso de los que se encargaron de saquear y robar al erario público con grandes desvíos de recursos, haciendo contratos millonarios en renta de hoteles, autobús, gasolinas y comedores”. Son una docena de militares con negro historial.

@velediaz424

La semana pasada se cumplió un mes de que fue creada la Unidad de Apoyo al Comandante de la Guardia Nacional, llamada también dirección general de servicios especiales. Desde aquel 29 de abril cuando el coronel Sergio López Sánchez fue nombrado al frente de esta área, comenzó a citar a sus subordinados a reuniones donde se esperaba diera a conocer las nuevas directrices.

Para algunos fue una sorpresa, para otros fue la confirmación de que lo peor que tuvo la hoy extinta Policía Federal en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, estaba de regreso. Las reuniones fueron en el stand de tiro de la Guardia Nacional, a donde llegaron por separado los jefes de los distintos agrupamientos entre los que están Operaciones Especiales, Protección Civil, Patrimonio Cultural, Protección Ambiental, Fuerzas de Contención, Seguridad e Instalaciones, entre otros.

De acuerdo a varios testigos, de a uno por uno les pidió 50 mil pesos para mantenerlos en sus cargos, la mayoría no aceptó pues sabían que sus posiciones estaban sometidas a revisión.

El “cobro de cuota” era algo que hizo célebre a López Sánchez cuando estuvo en otro momento en la Policía Federal en Chilpancingo. Su designación en la Guardia Nacional, forma parte del “regreso” de algunos militares que tuvieron puestos hace varios años y que por acusaciones de corrupción fueron separados o estaban sin comisión.

López Sánchez quien causó baja del Ejército hace más de 13 años como teniente coronel y que para efectos de retiro se le dio el grado de coronel, tiene varias carpetas abiertas por abuso de autoridad y está acusado de acoso. Una de sus primeras asignaciones en la Policía Federal en el año 2007 fue en la división de Fuerzas Federales donde lo “banquearon” por acusaciones de corrupción, estuvo en varias áreas donde nunca sobresalió hasta que recaló en la división de seguridad regional. Estuvo asignado a un aeropuerto, después pasó a supervisión de ductos donde coincidió con el comisario Gabriel Hernández, otro militar retirado cercano al general Inocente Prado López, actual titular del consejo de carrera de la Guardia Nacional.

El visto bueno del general Prado ayudó para que el coronel López Sánchez fuera “rehabilitado” junto a otros elementos que tienen acusaciones de corrupción o de violaciones a los derechos humanos, como el caso de Noél Castillejos Cabrera, un oficial que perteneció a las fuerzas especiales del Ejército en la quinta región militar donde en 1998 se le vinculó a la desaparición y muerte de un civil. A este militar se le conocía en la PF como “el bueno del huachicol”, ya que “saqueaba el combustible de las tarjetas institucionales”, lo que ameritó una investigación en el Órgano Interno de Control.

En las últimas semanas han circulado documentos y testimonios de elementos de la Guardia Nacional, donde cuestionan que el general Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional, permita “el regreso de los que se encargaron de saquear y robar al erario público con grandes desvíos de recursos, haciendo contratos millonarios en renta de hoteles, autobús, gasolinas y comedores”. Son una docena de militares con negro historial.

@velediaz424