/ jueves 27 de agosto de 2020

Fuera de Agenda | Corrupción verde olivo

Al interior del Ejército no es lo mismo robarse de una tienda Sedena dos cocacolas y tres aguacates, como le sucedió al sargento Carlos; que desviar 240 millones de pesos mediante una empresa “fantasma” con contratos por adjudicación directa otorgados por la dirección de Industria Militar.

El primer caso ocurrió en el año 2010 en la base militar de San Quintin, Baja California, donde el sargento fue procesado por robo y pasó cuatro meses en prisión. El segundo es uno de varios expedientes de desvíos de recursos públicos vía “empresas fantasmas”, que se registraron de 2013 a 2018, cuando el secretario de la Defensa Nacional era el general Salvador Cienfuegos Zepeda y por el que no hay un sólo ex alto mando militar detenido.

Las revelaciones hechas en una investigación periodística por la colega Zorayda Gallegos en el diario español El País, confirman no sólo que el sexenio de Enrique Peña Nieto ha sido el más corrupto de la historia reciente, sino que tuvo su réplica al más alto nivel en la Secretaría de la Defensa Nacional.

La Sedena desvió durante la gestión del general Cienfuegos dos mil 371 millones de pesos por medio de 250 empresas que posteriormente las autoridades fiscales las catalogaron como “fantasma”. Estas empresas recibieron contratos de la dirección de Industria Militar, la dirección de Ingenieros Militares y de varias comandancias de región militar del país avalados por el Estado Mayor de la Defensa Nacional y la Oficialía Mayor de la dependencia.

La investigación periodística documenta cómo a estas empresas les fueron conferidos contratos sin licitar para entregar insumos, producir armamento y equipo, como hizo la dirección de Industria Militar entre los años 2013 y 2016, cuando estuvo a cargo de los generales Gerardo Rubén Serrano Herrera y después con Genaro Fausto Lozano Espinosa, ambos ya en retiro cercanos al general Cienfuegos.

También esas entelequias de papel fueron usadas para trabajos de mejoras en caminos rurales para conectar instalaciones castrenses, obras de mantenimiento, adecuación de bases aéreas, prisiones, juzgados, por la dirección de ingenieros militares a cargo del general Agustín Carrillo Aguilar, quien se desempeñó en el puesto entre 2013 y 2017.

Las tres empresas “fantasma” que más facturaron a la Sedena el sexenio pasado, según el reportaje, fueron “Construglobal de Chiapas SA de CV” con 312.75 millones; “Ramón René Lara Martín” con 269.11 millones; y “DRM Aceros Internacional SA de CV” con 240.54 millones.

Si las autoridades quisieran aclarar lo que el SAT consideró “desvío de recursos públicos mediante operaciones simuladas, inexistentes o ficticias”, tendría que llamar a comparecer a parte de la plana mayor de la Sedena en el sexenio pasado. El caso toca las responsabilidades de la Oficial Mayor, que en los primeros años estuvo a cargo del general Noé Sandoval Alcázar y después con el divisionario Gilberto Hernández Andreu, ambos ya retirados. También a dos ex jefes de Estado Mayor de la Defensa Nacional, generales retirados, Roble Arturo Granados Gallardo y Alejandro Saavedra Hernández.

Del general Cienfuegos, asesor del actual secretario, como marcan los usos y costumbres, se dice que nadie lo molestará.

@velediaz242

Al interior del Ejército no es lo mismo robarse de una tienda Sedena dos cocacolas y tres aguacates, como le sucedió al sargento Carlos; que desviar 240 millones de pesos mediante una empresa “fantasma” con contratos por adjudicación directa otorgados por la dirección de Industria Militar.

El primer caso ocurrió en el año 2010 en la base militar de San Quintin, Baja California, donde el sargento fue procesado por robo y pasó cuatro meses en prisión. El segundo es uno de varios expedientes de desvíos de recursos públicos vía “empresas fantasmas”, que se registraron de 2013 a 2018, cuando el secretario de la Defensa Nacional era el general Salvador Cienfuegos Zepeda y por el que no hay un sólo ex alto mando militar detenido.

Las revelaciones hechas en una investigación periodística por la colega Zorayda Gallegos en el diario español El País, confirman no sólo que el sexenio de Enrique Peña Nieto ha sido el más corrupto de la historia reciente, sino que tuvo su réplica al más alto nivel en la Secretaría de la Defensa Nacional.

La Sedena desvió durante la gestión del general Cienfuegos dos mil 371 millones de pesos por medio de 250 empresas que posteriormente las autoridades fiscales las catalogaron como “fantasma”. Estas empresas recibieron contratos de la dirección de Industria Militar, la dirección de Ingenieros Militares y de varias comandancias de región militar del país avalados por el Estado Mayor de la Defensa Nacional y la Oficialía Mayor de la dependencia.

La investigación periodística documenta cómo a estas empresas les fueron conferidos contratos sin licitar para entregar insumos, producir armamento y equipo, como hizo la dirección de Industria Militar entre los años 2013 y 2016, cuando estuvo a cargo de los generales Gerardo Rubén Serrano Herrera y después con Genaro Fausto Lozano Espinosa, ambos ya en retiro cercanos al general Cienfuegos.

También esas entelequias de papel fueron usadas para trabajos de mejoras en caminos rurales para conectar instalaciones castrenses, obras de mantenimiento, adecuación de bases aéreas, prisiones, juzgados, por la dirección de ingenieros militares a cargo del general Agustín Carrillo Aguilar, quien se desempeñó en el puesto entre 2013 y 2017.

Las tres empresas “fantasma” que más facturaron a la Sedena el sexenio pasado, según el reportaje, fueron “Construglobal de Chiapas SA de CV” con 312.75 millones; “Ramón René Lara Martín” con 269.11 millones; y “DRM Aceros Internacional SA de CV” con 240.54 millones.

Si las autoridades quisieran aclarar lo que el SAT consideró “desvío de recursos públicos mediante operaciones simuladas, inexistentes o ficticias”, tendría que llamar a comparecer a parte de la plana mayor de la Sedena en el sexenio pasado. El caso toca las responsabilidades de la Oficial Mayor, que en los primeros años estuvo a cargo del general Noé Sandoval Alcázar y después con el divisionario Gilberto Hernández Andreu, ambos ya retirados. También a dos ex jefes de Estado Mayor de la Defensa Nacional, generales retirados, Roble Arturo Granados Gallardo y Alejandro Saavedra Hernández.

Del general Cienfuegos, asesor del actual secretario, como marcan los usos y costumbres, se dice que nadie lo molestará.

@velediaz242