/ sábado 23 de febrero de 2019

El recorte salarial en los diputados sigue pendiente

Desde la Redacción

“Prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila”, frase que viste a los diputados locales, porque como si no lo supieran, no hicieron los ajustes necesarios al presupuesto de egresos del 2019 para poder bajarse su sueldo

El tema de los sueldos finalmente provocó una zanja en la fracción legislativa de Morena y sus partidos aliados, la cual se antoja muy difícil de superar sobre todo por los intereses que tienen cada uno de nuestros diputados. El tema de los sueldos ha generado mucha polémica en la opinión pública, sobre todo por las ofertas que se hicieron en campaña y es que estas promesas se dieron a raíz de los señalamientos que se hicieron en contra de los servidores públicos anteriores, los cuales fueron ampliamente criticados por ganar mucho dinero a cambio de un trabajo cuestionable por su pobre productividad.

Cabe recordar que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, ha sido concreto en este aspecto y ha dicho que debe prevalecer el programa de austeridad, el cual implica obviamente los pagos que reciben los políticos, quienes obtuvieron un cargo bajo el proyecto político que él encabeza, sin embargo en lo que respecta a nuestro estado, la determinación de los legisladores ha dejado mucho que desear al respecto y desde que asumieron el cargo, empezaron a darse las fallas en este muy trillado renglón. Primeramente dijeron que el recorte no podía darse por cuestiones de asignación de recursos y que lo que harían, sería algo así como devolver el dinero, pero para aplicarlo en actividades sociales por su propia cuenta, lo que fue ampliamente cuestionado por la opinión pública, ya que no es en sí lo que se había ofrecido en campaña; más adelante dijeron que sí se lo habían bajado y reiteraron que cada quien “lo estaba dando a planes de apoyo”, lo que siguió siendo cuestionado en muchas formas y, finalmente, se hizo un supuesto recorte oficial, el cual -debe destacarse- no se llevó a cabo de la manera adecuada o la más apropiada, ya que este debió hacerse efectivo desde el momento en el que se aprobó el presupuesto para el 2019, cosa que no hicieron y ahora, trataron de corregir con un anuncio a la opinión pública.

Lamentablemente para ellos no se pudieron poner de acuerdo antes de dar el paso y con la fractura surgida desde meses atrás, se terminó por hacer público el tema de las partidas que los diputados reciben para aplicarlo en labores sociales, concepto que se había mantenido en secreto por diversos motivos, entre los que -supongo- debe destacar el hecho de que los legisladores no deben ser benefactores de la sociedad, ya que hay áreas específicamente determinadas para este fin.

Su labor es legislar, pero los intereses que muchos de ellos tienen por acceder a un cargo político posterior, ha generado el hábito de darle dinero a la gente a través de diversos esquemas, los cuales implican regalos en jornadas recreativas e incluso la celebración de fechas festivas donde destacan las posadas decembrinas.

Es así como los diputados, para los ojos de muchas personas, terminaron por convertirse en políticos que regalan dinero y aunque su función sea otra muy distinta, desde hace mucho tiempo se les puede ver como son perseguidos por decenas de personas, quienes los buscan para pedirles una ayuda.

El caso es que antes de que terminara el 2018, Milena Quiroga Romero aseguró que sí se habían bajado el sueldo, pero que esto no se había dado de manera directa en la nómina y que su sueldo, que es de alrededor de 88 mil pesos, había tenido una reasignación del 30% para apoyos a la ciudadanía y fundamentó la decisión al referir que la Ley les impedía hacer este recorte.

Incluso se habló de un programa denominado “Piñatas del barrio”, el cual habría de suministrar materiales a las familias para que pudieran elaborar estos productos, los cuales posteriormente podrían vender para obtener ingresos, sin embargo esta intención se vio aderezada, o más bien opacada, por la declaración que hizo el dirigente estatal de Morena, Alberto Rentería Santana, quien los evidenció públicamente al decir que no habían hecho efectivas las medidas de austeridad ofrecidas por López Obrador y agregó que los descuentos aplicados al salario para usarlos en otras actividades, no eran de ninguna manera lo que se había prometido en campaña. O sea, siendo claros y precisos, el les dijo a través de los medios de comunicación, algo que miles de ciudadanos ya estaban comentando y criticando, y esto es que nunca se dijo que los servidores públicos iban a regalar a los pobres una parte su sueldo, porque no era así la forma en la que se debía resolver el tema de “los políticos que se enriquecen a costillas del pueblo”.

Lo que resulta cuestionable de este fallido esquema, es que los diputados seguirían ganando lo mismo, pero una parte la iban a regalar a la gente pobre y la pregunta que surge es: ¿a beneficio de quien se tiene el recorte? Porque ellos y quienes realmente lo hacen, terminan dando el dinero a título personal o sea que al final de cuentas, terminan haciéndose ver como los buenos de la película con un dinero que siguen recibiendo en forma de pago.

La situación se ha ido agravando y el martes 19 de febrero pasado, se dio a conocer un acuerdo en el que sólo 8 de los 15 diputados pertenecientes a la llamada Cuarta Transformación, decidieron bajarse el sueldo y los que no aceptaron esta medida, dijeron que habían rechazado la idea porque no estaban de acuerdo en su forma.

El diputado Ramiro Ruiz Flores, quien obtuvo el triunfo en el Partido Encuentro Social (PES), dijo que él decidió no participar porque no existía un mecanismo que estableciera con claridad, el destino que tendrían los 13 millones de pesos al año que habrían de tenerse con el recorte y agregó que sólo algunos legisladores se han dado a la tarea de atender a la gente, lo que, debo insistir, no es su trabajo, porque nadie los eligió para andar de dadivosos, sino para trabajar en las leyes que rigen la vida de los ciudadanos, pero lamentablemente, estos han sido vistos de esta manera que es completamente equivocada.

Dijo también algo que me parece muy correcto y esto es que el dinero ahorrado, debía entregarse de manera anónima a alguna fundación o un grupo, para que esta se encargue de dar algún beneficio real y palpable.

Lo cierto es que el tan anunciado recorte sigue siendo cuestionado y ahora son acusados hasta de mentirosos, porque al parecer, en realidad se trata de un incremento ya que al quedar en 88 mil pesos netos, superaría los 63 mil que reciben actualmente luego de las deducciones aplicadas.

Desde la Redacción

“Prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila”, frase que viste a los diputados locales, porque como si no lo supieran, no hicieron los ajustes necesarios al presupuesto de egresos del 2019 para poder bajarse su sueldo

El tema de los sueldos finalmente provocó una zanja en la fracción legislativa de Morena y sus partidos aliados, la cual se antoja muy difícil de superar sobre todo por los intereses que tienen cada uno de nuestros diputados. El tema de los sueldos ha generado mucha polémica en la opinión pública, sobre todo por las ofertas que se hicieron en campaña y es que estas promesas se dieron a raíz de los señalamientos que se hicieron en contra de los servidores públicos anteriores, los cuales fueron ampliamente criticados por ganar mucho dinero a cambio de un trabajo cuestionable por su pobre productividad.

Cabe recordar que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, ha sido concreto en este aspecto y ha dicho que debe prevalecer el programa de austeridad, el cual implica obviamente los pagos que reciben los políticos, quienes obtuvieron un cargo bajo el proyecto político que él encabeza, sin embargo en lo que respecta a nuestro estado, la determinación de los legisladores ha dejado mucho que desear al respecto y desde que asumieron el cargo, empezaron a darse las fallas en este muy trillado renglón. Primeramente dijeron que el recorte no podía darse por cuestiones de asignación de recursos y que lo que harían, sería algo así como devolver el dinero, pero para aplicarlo en actividades sociales por su propia cuenta, lo que fue ampliamente cuestionado por la opinión pública, ya que no es en sí lo que se había ofrecido en campaña; más adelante dijeron que sí se lo habían bajado y reiteraron que cada quien “lo estaba dando a planes de apoyo”, lo que siguió siendo cuestionado en muchas formas y, finalmente, se hizo un supuesto recorte oficial, el cual -debe destacarse- no se llevó a cabo de la manera adecuada o la más apropiada, ya que este debió hacerse efectivo desde el momento en el que se aprobó el presupuesto para el 2019, cosa que no hicieron y ahora, trataron de corregir con un anuncio a la opinión pública.

Lamentablemente para ellos no se pudieron poner de acuerdo antes de dar el paso y con la fractura surgida desde meses atrás, se terminó por hacer público el tema de las partidas que los diputados reciben para aplicarlo en labores sociales, concepto que se había mantenido en secreto por diversos motivos, entre los que -supongo- debe destacar el hecho de que los legisladores no deben ser benefactores de la sociedad, ya que hay áreas específicamente determinadas para este fin.

Su labor es legislar, pero los intereses que muchos de ellos tienen por acceder a un cargo político posterior, ha generado el hábito de darle dinero a la gente a través de diversos esquemas, los cuales implican regalos en jornadas recreativas e incluso la celebración de fechas festivas donde destacan las posadas decembrinas.

Es así como los diputados, para los ojos de muchas personas, terminaron por convertirse en políticos que regalan dinero y aunque su función sea otra muy distinta, desde hace mucho tiempo se les puede ver como son perseguidos por decenas de personas, quienes los buscan para pedirles una ayuda.

El caso es que antes de que terminara el 2018, Milena Quiroga Romero aseguró que sí se habían bajado el sueldo, pero que esto no se había dado de manera directa en la nómina y que su sueldo, que es de alrededor de 88 mil pesos, había tenido una reasignación del 30% para apoyos a la ciudadanía y fundamentó la decisión al referir que la Ley les impedía hacer este recorte.

Incluso se habló de un programa denominado “Piñatas del barrio”, el cual habría de suministrar materiales a las familias para que pudieran elaborar estos productos, los cuales posteriormente podrían vender para obtener ingresos, sin embargo esta intención se vio aderezada, o más bien opacada, por la declaración que hizo el dirigente estatal de Morena, Alberto Rentería Santana, quien los evidenció públicamente al decir que no habían hecho efectivas las medidas de austeridad ofrecidas por López Obrador y agregó que los descuentos aplicados al salario para usarlos en otras actividades, no eran de ninguna manera lo que se había prometido en campaña. O sea, siendo claros y precisos, el les dijo a través de los medios de comunicación, algo que miles de ciudadanos ya estaban comentando y criticando, y esto es que nunca se dijo que los servidores públicos iban a regalar a los pobres una parte su sueldo, porque no era así la forma en la que se debía resolver el tema de “los políticos que se enriquecen a costillas del pueblo”.

Lo que resulta cuestionable de este fallido esquema, es que los diputados seguirían ganando lo mismo, pero una parte la iban a regalar a la gente pobre y la pregunta que surge es: ¿a beneficio de quien se tiene el recorte? Porque ellos y quienes realmente lo hacen, terminan dando el dinero a título personal o sea que al final de cuentas, terminan haciéndose ver como los buenos de la película con un dinero que siguen recibiendo en forma de pago.

La situación se ha ido agravando y el martes 19 de febrero pasado, se dio a conocer un acuerdo en el que sólo 8 de los 15 diputados pertenecientes a la llamada Cuarta Transformación, decidieron bajarse el sueldo y los que no aceptaron esta medida, dijeron que habían rechazado la idea porque no estaban de acuerdo en su forma.

El diputado Ramiro Ruiz Flores, quien obtuvo el triunfo en el Partido Encuentro Social (PES), dijo que él decidió no participar porque no existía un mecanismo que estableciera con claridad, el destino que tendrían los 13 millones de pesos al año que habrían de tenerse con el recorte y agregó que sólo algunos legisladores se han dado a la tarea de atender a la gente, lo que, debo insistir, no es su trabajo, porque nadie los eligió para andar de dadivosos, sino para trabajar en las leyes que rigen la vida de los ciudadanos, pero lamentablemente, estos han sido vistos de esta manera que es completamente equivocada.

Dijo también algo que me parece muy correcto y esto es que el dinero ahorrado, debía entregarse de manera anónima a alguna fundación o un grupo, para que esta se encargue de dar algún beneficio real y palpable.

Lo cierto es que el tan anunciado recorte sigue siendo cuestionado y ahora son acusados hasta de mentirosos, porque al parecer, en realidad se trata de un incremento ya que al quedar en 88 mil pesos netos, superaría los 63 mil que reciben actualmente luego de las deducciones aplicadas.