/ domingo 2 de agosto de 2020

¿De qué se acusa a Carlos Salinas?

El lunes 27 de julio anterior, en el monólogo a la prensa bajo su distractor favorito el avión presidencial “José Ma. Morelos y Pavón”, el titular del ejecutivo federal hizo una nueva alusión obscena a, entre otros, Carlos Salinas de Gortari, lo que condujo a este cronista a hurgar en busca de los presuntos delitos y supuestas faltas públicas del expresidente. Y concluyó lo que sigue:

Carlos Salinas de Gortari es doctor en economía; todos sus estudios los realizó con mención honorífica, por lo cual es un mexicano académicamente distinguido cuyos méritos le permitieron alcanzar la presidencia de la República, que ejerció de 1988 a 1994. Durante ese periodo:

1. Nació el Instituto Federal Electoral (IFE), órgano ciudadano por el que habían luchado todas las fuerzas políticas del país, y que indudablemente ha vigorizado la democracia en nuestro país. Convertido en INE durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, las fuerzas del nuevo régimen se han dirigido a menoscabar su peso en el desarrollo democrático del país; con poco éxito, por ahora.

2. Se creó un nuevo padrón electoral y fue aprobada la credencial de elector con fotografía como documento oficial de identidad, cuyas bondades son indiscutibles.

3. Se operaron otras reformas de enorme significación:

I. La del artículo 3o. constitucional, que permite la educación religiosa en las escuelas privadas de Educación Básica;

II. La del artículo 27, mediante la cual se otorgó propiedad de la tierra y libertad económica a los ejidatarios;

III. La del 130 en reconocimiento la personalidad jurídica de las iglesias, y a consecuencia de la cual se restablecieron las relaciones con el Estado Vaticano;

IV. La privatización de la banca y gran cantidad de empresas estatales deficitarias (alrededor de 1150, demostrada hasta la saciedad y nuestros días la ineficacia del estado en administración empresarial), como Telmex, que con su venta inició la modernización de la telefonía en México;

V. La aprobación del Tratado de Libre Comercio, instrumento de desarrollo de cuya firma reciente se jacta el régimen, aunque todavía insuficientemente aprovechado por deficiencias de la ignorancia gubernamental y la incultura empresarial, dependiente y comodina.

4. La deuda total (externa e interna) pasó de 63% del Producto Interno Bruto (PIB) en 1988, a 22% en 1994, y los pagos de intereses pasaron de 17% del PIB a 9.8% al final de su sexenio.

5. El programa “Solidaridad” constituyó un impulso sobresaliente en favor del bienestar de los mexicanos; tanto que ha continuado hasta la fecha con otros nombres.

6. En su administración se creó la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ahora secuestrada a piedra y barra por el gobierno del “cambio”.

7. Decretó la autonomía del Banco de México.

Todo ello, y más, tuvo un contenido programático y sus logros son incuestionables. El impulso reformador más importante de la historia reciente de México fue consecuencia de esos acuerdos.

La corrupción en ninguna de sus modalidades fue inventada en el gobierno de CSG, ni es el primer presidente que tiene familiares delincuentes; tampoco el último.

A pesar de lo que se diga y especule, sobre CSG es inexistente demanda judicial alguna; transita libremente dentro y fuera de México porque tampoco hay acusación jurídica en su contra. Salen imágenes y hay referencias a actividades suyas en la prensa porque continúa siendo figura importante, de evidente influencia en la vida política de la nación.

Los infundios contra esa personalidad siguen la inercia creada por la necesidad popular (alentada por quienes sacan ventaja de ello) de cargar la culpa de los errores nacionales a una sola persona.

Desde una posición aparentemente crítica y acusadora se procura mantener falacias inconsistentes contra CSG y distraer así la atención pública hacia personas, acciones y circunstancias que verdaderamente atentan contra nuestro país en muchos sentidos.

Toda la inquina se reduce a cuatro cosas:

I. La muerte de la pequeña sirviente por los hermanos Salinas de Gortari; Carlos era el mayor y tenía 8. De acuerdo a las leyes mexicanas, y por tratarse de menores de edad, este hecho constituyó una infracción. El caso fue informado por la prensa en su oportunidad (1951).

II. Las declaraciones no comprobadas de haberse apropiado de la mitad de la “partida secreta” del presupuesto presidencial: Luis Téllez, Pablo Gómez y Miguel de la Madrid lo expresaron en 2009, quince años después de haber terminado la administración salinista y, además, los tres se abstuvieron de proceder a la demanda judicial.

III. Las acciones delictivas de su hermano Raúl, quien pagó en prisión la condena correspondiente.

IV. Los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, sin indicio demostrado de su implicación en alguno de ellos.

En todo caso, es de exigirse que quien tenga alguna denuncia (más allá del doloso sentimiento cultivado en parte de la sociedad mexicana engañada y ensañada contra el ex-presidente), que la haga y se proceda judicialmente; en su defecto, el acusado queda automáticamente absuelto.

Su demostrada capacidad intelectual le ha permitido escribir y publicar dos libros básicos para entender su gobierno. Efectivamente escritos por él, a diferencia de otros…

Por eso: ¿de qué se acusa finalmente a Carlos Salinas de Gortari?

El lunes 27 de julio anterior, en el monólogo a la prensa bajo su distractor favorito el avión presidencial “José Ma. Morelos y Pavón”, el titular del ejecutivo federal hizo una nueva alusión obscena a, entre otros, Carlos Salinas de Gortari, lo que condujo a este cronista a hurgar en busca de los presuntos delitos y supuestas faltas públicas del expresidente. Y concluyó lo que sigue:

Carlos Salinas de Gortari es doctor en economía; todos sus estudios los realizó con mención honorífica, por lo cual es un mexicano académicamente distinguido cuyos méritos le permitieron alcanzar la presidencia de la República, que ejerció de 1988 a 1994. Durante ese periodo:

1. Nació el Instituto Federal Electoral (IFE), órgano ciudadano por el que habían luchado todas las fuerzas políticas del país, y que indudablemente ha vigorizado la democracia en nuestro país. Convertido en INE durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, las fuerzas del nuevo régimen se han dirigido a menoscabar su peso en el desarrollo democrático del país; con poco éxito, por ahora.

2. Se creó un nuevo padrón electoral y fue aprobada la credencial de elector con fotografía como documento oficial de identidad, cuyas bondades son indiscutibles.

3. Se operaron otras reformas de enorme significación:

I. La del artículo 3o. constitucional, que permite la educación religiosa en las escuelas privadas de Educación Básica;

II. La del artículo 27, mediante la cual se otorgó propiedad de la tierra y libertad económica a los ejidatarios;

III. La del 130 en reconocimiento la personalidad jurídica de las iglesias, y a consecuencia de la cual se restablecieron las relaciones con el Estado Vaticano;

IV. La privatización de la banca y gran cantidad de empresas estatales deficitarias (alrededor de 1150, demostrada hasta la saciedad y nuestros días la ineficacia del estado en administración empresarial), como Telmex, que con su venta inició la modernización de la telefonía en México;

V. La aprobación del Tratado de Libre Comercio, instrumento de desarrollo de cuya firma reciente se jacta el régimen, aunque todavía insuficientemente aprovechado por deficiencias de la ignorancia gubernamental y la incultura empresarial, dependiente y comodina.

4. La deuda total (externa e interna) pasó de 63% del Producto Interno Bruto (PIB) en 1988, a 22% en 1994, y los pagos de intereses pasaron de 17% del PIB a 9.8% al final de su sexenio.

5. El programa “Solidaridad” constituyó un impulso sobresaliente en favor del bienestar de los mexicanos; tanto que ha continuado hasta la fecha con otros nombres.

6. En su administración se creó la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ahora secuestrada a piedra y barra por el gobierno del “cambio”.

7. Decretó la autonomía del Banco de México.

Todo ello, y más, tuvo un contenido programático y sus logros son incuestionables. El impulso reformador más importante de la historia reciente de México fue consecuencia de esos acuerdos.

La corrupción en ninguna de sus modalidades fue inventada en el gobierno de CSG, ni es el primer presidente que tiene familiares delincuentes; tampoco el último.

A pesar de lo que se diga y especule, sobre CSG es inexistente demanda judicial alguna; transita libremente dentro y fuera de México porque tampoco hay acusación jurídica en su contra. Salen imágenes y hay referencias a actividades suyas en la prensa porque continúa siendo figura importante, de evidente influencia en la vida política de la nación.

Los infundios contra esa personalidad siguen la inercia creada por la necesidad popular (alentada por quienes sacan ventaja de ello) de cargar la culpa de los errores nacionales a una sola persona.

Desde una posición aparentemente crítica y acusadora se procura mantener falacias inconsistentes contra CSG y distraer así la atención pública hacia personas, acciones y circunstancias que verdaderamente atentan contra nuestro país en muchos sentidos.

Toda la inquina se reduce a cuatro cosas:

I. La muerte de la pequeña sirviente por los hermanos Salinas de Gortari; Carlos era el mayor y tenía 8. De acuerdo a las leyes mexicanas, y por tratarse de menores de edad, este hecho constituyó una infracción. El caso fue informado por la prensa en su oportunidad (1951).

II. Las declaraciones no comprobadas de haberse apropiado de la mitad de la “partida secreta” del presupuesto presidencial: Luis Téllez, Pablo Gómez y Miguel de la Madrid lo expresaron en 2009, quince años después de haber terminado la administración salinista y, además, los tres se abstuvieron de proceder a la demanda judicial.

III. Las acciones delictivas de su hermano Raúl, quien pagó en prisión la condena correspondiente.

IV. Los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, sin indicio demostrado de su implicación en alguno de ellos.

En todo caso, es de exigirse que quien tenga alguna denuncia (más allá del doloso sentimiento cultivado en parte de la sociedad mexicana engañada y ensañada contra el ex-presidente), que la haga y se proceda judicialmente; en su defecto, el acusado queda automáticamente absuelto.

Su demostrada capacidad intelectual le ha permitido escribir y publicar dos libros básicos para entender su gobierno. Efectivamente escritos por él, a diferencia de otros…

Por eso: ¿de qué se acusa finalmente a Carlos Salinas de Gortari?