/ jueves 11 de julio de 2019

¿Cómo sacar a México de la pobreza?

Lecciones de California II

Hay muchas formas de llegar al desarrollo. Todas tienen, sin embargo, un común denominador: mercados organizados por instituciones. Crecer de manera sostenida implica desatar toda la energía de un país en torno a ese propósito. Por lo mismo, la sola fuerza del estado puede lograrlo. Tampoco el mercado sin regulación.

Los modelos exitosos son muchos.China ha sacado a 700 millones de personas de la pobreza con un capitalismo de estado. Finlandia basa su éxito en la educación. Suecia tiene una sociedad muy equitativa, gracias a un estado que recauda y redistribuye mucho. Singapur nació apenas en 1965 como país. Desde entonces su PIB per cápita pasó de 500 a 56 mil dólares, gracias a un liderazgo muy fuerte y a inversiones masivas en infraestructura y en capital humano.

En suma: la forma de organizar la economía importa. Las instituciones pesan.

California fue parte de México. Hoy, su economía es 150% más grande que nuestro país y su PIB per cápita es 7 veces superior. Es la primera economía de Estados Unidos, y si fuera un país, sería la quinta economía mundial.

California es el ejemplo de una nueva economía y las posibilidades que desata.Más que sus abundantes recursos, basa su éxito en una palabra: talento.

Los recursos naturales, lo saben México y Brasil, no bastan para generar desarrollo. El conocimiento sí.

Dos industrias son íconos de California: la cinematográfica y la tecnológica. Ambas dependen del talento humano.

La innovación no es una novedad ahí: es un distintivo. A mediados del siglo pasado se fundaron en ese estado dos empresas que cambiarían a los mercados: Mc Donald´s (comida rápida) y Visa (tarjetas de crédito).

Pero la innovación implica un reto: no se detiene ni concluye jamás. California vio la ola que venía. A partir de los años 70 apostó a generar espesos enjambres interconectados de universidades, institutos de investigación y empresas. Así, fomentaron la inventiva, la curiosidad, el desafío intelectual. Hicieron algo más, generaron regiones enteras y entornos institucionales propicios a la apertura de negocios.

El ecosistema que derivó de este esfuerzo es conocido en todo el mundo: Silicon Valley. Ahí se han generado las más importantes innovaciones que, literalmente, han transformado la vida de millones de personas y en gran medida la forma como el planeta se interrelaciona, produce, se informa y se entretiene.

La lista de empresas que se asientan en California es su carta de presentación: Google, Apple, Intel, Facebook, Alphabet, Disney.

De la continua innovación y de un gobierno volcado a fomentarla, se desarrollaron ahí ya no marcas, sino conceptos que influyen en la forma como vivimos: Netflix, Uber, Telsa.

El modelo reside en instituciones y leyes: California tiene una férrea protección ambiental, una política abierta a la migración, al respeto a la diversidad y a las libertades. Vivir en California tiene un costo: muy altos impuestos y costos de vida elevados.

Todo este logro gira en torno a una palabra: educación.

El estado es sede de la Universidad Singularity, una fusión -dicen sus creadores- entre la NASA y la Madre Teresa de Calcuta. Rompe la currícula académica tradicional para expandir los alcances del conocimiento y la creatividad mezclando disciplinas.

California tiene un PIB de 3 billones de dólares (150% más que México). Su PIB per cápita es de 76 mil dólares: más de 7 veces superior que el ingreso de los mexicanos.

La lección parece ser clara. Si quieres destruir a un país, destruye su educación y sus instituciones.

Luego, siéntate a esperar.

@fvazquezrig

Lecciones de California II

Hay muchas formas de llegar al desarrollo. Todas tienen, sin embargo, un común denominador: mercados organizados por instituciones. Crecer de manera sostenida implica desatar toda la energía de un país en torno a ese propósito. Por lo mismo, la sola fuerza del estado puede lograrlo. Tampoco el mercado sin regulación.

Los modelos exitosos son muchos.China ha sacado a 700 millones de personas de la pobreza con un capitalismo de estado. Finlandia basa su éxito en la educación. Suecia tiene una sociedad muy equitativa, gracias a un estado que recauda y redistribuye mucho. Singapur nació apenas en 1965 como país. Desde entonces su PIB per cápita pasó de 500 a 56 mil dólares, gracias a un liderazgo muy fuerte y a inversiones masivas en infraestructura y en capital humano.

En suma: la forma de organizar la economía importa. Las instituciones pesan.

California fue parte de México. Hoy, su economía es 150% más grande que nuestro país y su PIB per cápita es 7 veces superior. Es la primera economía de Estados Unidos, y si fuera un país, sería la quinta economía mundial.

California es el ejemplo de una nueva economía y las posibilidades que desata.Más que sus abundantes recursos, basa su éxito en una palabra: talento.

Los recursos naturales, lo saben México y Brasil, no bastan para generar desarrollo. El conocimiento sí.

Dos industrias son íconos de California: la cinematográfica y la tecnológica. Ambas dependen del talento humano.

La innovación no es una novedad ahí: es un distintivo. A mediados del siglo pasado se fundaron en ese estado dos empresas que cambiarían a los mercados: Mc Donald´s (comida rápida) y Visa (tarjetas de crédito).

Pero la innovación implica un reto: no se detiene ni concluye jamás. California vio la ola que venía. A partir de los años 70 apostó a generar espesos enjambres interconectados de universidades, institutos de investigación y empresas. Así, fomentaron la inventiva, la curiosidad, el desafío intelectual. Hicieron algo más, generaron regiones enteras y entornos institucionales propicios a la apertura de negocios.

El ecosistema que derivó de este esfuerzo es conocido en todo el mundo: Silicon Valley. Ahí se han generado las más importantes innovaciones que, literalmente, han transformado la vida de millones de personas y en gran medida la forma como el planeta se interrelaciona, produce, se informa y se entretiene.

La lista de empresas que se asientan en California es su carta de presentación: Google, Apple, Intel, Facebook, Alphabet, Disney.

De la continua innovación y de un gobierno volcado a fomentarla, se desarrollaron ahí ya no marcas, sino conceptos que influyen en la forma como vivimos: Netflix, Uber, Telsa.

El modelo reside en instituciones y leyes: California tiene una férrea protección ambiental, una política abierta a la migración, al respeto a la diversidad y a las libertades. Vivir en California tiene un costo: muy altos impuestos y costos de vida elevados.

Todo este logro gira en torno a una palabra: educación.

El estado es sede de la Universidad Singularity, una fusión -dicen sus creadores- entre la NASA y la Madre Teresa de Calcuta. Rompe la currícula académica tradicional para expandir los alcances del conocimiento y la creatividad mezclando disciplinas.

California tiene un PIB de 3 billones de dólares (150% más que México). Su PIB per cápita es de 76 mil dólares: más de 7 veces superior que el ingreso de los mexicanos.

La lección parece ser clara. Si quieres destruir a un país, destruye su educación y sus instituciones.

Luego, siéntate a esperar.

@fvazquezrig

ÚLTIMASCOLUMNAS
martes 09 de abril de 2024

Faltas tú

Fernando Vázquez Rigada

lunes 18 de diciembre de 2023

La vida

Fernando Vázquez Rigada

lunes 11 de diciembre de 2023

Solos

Fernando Vázquez Rigada

martes 05 de diciembre de 2023

Sorprendidos

Fernando Vázquez Rigada

lunes 27 de noviembre de 2023

Terremoto silencioso

Terremoto silencioso

Fernando Vázquez Rigada

Cargar Más